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Segunda vuelta Ecuador 2023: la gobernabilidad entre Ejecutivo y Legislativo, el desafío del próximo gobierno
¿Cómo lograr que dos de los poderes del Estado más importantes gobiernen por un mismo objetivo? Ese debe ser la hoja de ruta las nuevas autoridades en este periodo de transición.
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Debe ser clave para conseguir la gobernabilidad en el siguiente periodo presidencial una buena relación entre Ejecutivo y Legislativo.( )
Hasta las 23:59 de hoy jueves 12 de octubre se podrá realizar campaña electoral en Ecuador. El domingo se elegirá al nuevo presidente o presidenta de Ecuador entre los candidatos Daniel Noboa y Luisa González.
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El que gane la contienda, producto de las elecciones anticipadas, tras la muerte cruzada decretada por Guillermo Lasso en mayo de este año, gobernará el país desde diciembre de 2023 en lo que será un gobierno de transición hasta las próximas elecciones que se efectuarán en 2025.
Por ello, Luisa González o Daniel Noboa, deberá asumir nuevas acciones en administración pública, seguridad e institucionalidad para no repetir los errores que obligaron a Lasso a finalizar su mandato en la mitad del periodo.
Y en medio de eso, no mirar la gestión pública como una plataforma política para 2025, sino, pensar en la recuperación de la institucionalidad con el control de la crisis de violencia que pone a Ecuador en el top 10 de los países con mayor tasa de criminalidad.
Analistas consultados por Ecuavisa mencionaron que un año y medio sería suficiente para que el presidente logre varios objetivos que permitan estabilidad a escala nacional, pero hay otros que no descartan el hecho de que la situación económica actual sea un impedimento para fines políticos más trascendentales.
Lo que además debe ser clave para conseguir la gobernabilidad en el siguiente periodo presidencial es garantizar una buena relación entre Ejecutivo y Legislativo, lo que ha sido para los últimos dos gobiernos ecuatorianos un dolor de cabeza, pero sobre todo una traba a la hora de tomar decisiones más concretas.
El exministro de Gobierno, Francisco Jiménez, quien acompañó a Guillermo Lasso desde marzo de 2022 hasta mayo de 2023, dice que para unir a estos dos poderes del Estado se necesita contar con un partido político sólido, “es muy difícil gobernar sin un partido político nacional, es muy difícil gobernar sin un partido político que haya acumulado un cierto proceso político”.
“Es probablemente una de las mayores tragedias de la política ecuatoriana y una de las mayores debilidades del sistema político ecuatoriano, que las organizaciones políticas no han ido con sus propios candidatos. La norma general ha sido lo contrario, que sean las organizaciones políticas las que busquen a alguien de fuera de sus filas y eso supone una debilidad importante a la hora de gobernar”.
Jiménez reconoce que en la anterior Asamblea Nacional hubo improvisación y faltó entendimiento de cómo funciona la legislación. Por eso, el también exasambleísta, explica que se necesita de un comité técnico para que revise potenciales leyes antes, es decir un primer mapeo para que luego el texto sea más digerible por los asambleístas.
“Cuando se mandó la Ley de Inversiones, era una rueda de molino enorme de 500 artículos que fue enviado como ley de urgencia económica pues no iba a poder dar los tiempos para que la gente tenga una claridad sobre qué se debía enviar y qué es lo que se debía aprobar”.
Pero aún así, Jiménez recomienda al Ejecutivo no enviar proyectos de ley con demasiados artículos, “tienen que ser máximo 30, 40, 50 artículos que sean digeribles, que estén claros y que sean transparentes para el poco tiempo que se les da a ese tipo de leyes”, menciona. Es que para el exministro, desde Carondelet también hay corresponsabilidad de hacer el trabajo más sencillo para la Asamblea.
De cara al futuro, Francisco Jiménez dice que hay cuatro cosas que son fundamentales; seguridad es lo más es lo más importante y por lo cual está sufriendo mucho el Ecuador. En segundo lugar menciona que hay que plantear a tiempo soluciones para el fenómeno de El Niño. Tercero salud, porque ahí existe una brecha pendiente. Y finaliza explicando que hay que solucionar con leyes oportunas la situación del empleo y la obra pública.
Que el tiempo no alcanza para más, concluye Jiménez, añadiendo que el ejercicio gubernamental y legislativo tendrán un rotundo éxito si no se diluyen discutiendo otras cosas y aprovechan el tiempo como corresponde.
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