30 mar 2022 , 20:22

El nombramiento de Francisco Jiménez es visto como estrategia del Ejecutivo para acercarse a la Asamblea

Analistas cuestionan que se pueda gobernar sin contar con el Legislativo, como pretende Guillermo Lasso.

El presidente Guillermo Lasso afirma que tratará de gobernar sin contar con la Asamblea y que convocará a una consulta popular para hacer una reforma política y económica.

Sin embargo, su plan podría trastocarse porque el sistema le obligaría a buscar nuevamente al Legislativo.

El nombramiento de Francisco Jiménez como nuevo ministro de Gobierno sería una jugada clave para tender puentes con la Asamblea.

Podría ser un cuadro que no genera resistencia en varios sectores del Legislativo. "El Partido Social Cristiano, Pachakutik y el mismo correísmo celebran su designación y auguran una posibilidad franca de diálogo y acercamiento", dice el analista político Santiago Basabe.

¿Quién es Francisco Jiménez, el hombre designado por Lasso para el Ministerio de Gobierno?

Sin embargo, el acercamiento pudiera poner a Lasso en una posición de desventaja en la que necesitaría negociar con las distintas fuerzas políticas.

"Alexandra Vela renunció diciendo que no está de acuerdo con negociar, se podría inferir que el nuevo ministro sí", analiza Basabe.

Son las circunstancias a las que se enfrentaría el presidente Lasso, quien no está dispuesto por lo pronto a aplicar la muerte cruzada. Pero el mandatario requeriría de la aprobación de nuevas leyes para seguir con su plan de gobierno.

El jurista Rafael Oyarte cuestiona si se puede gobernar sin la Asamblea. "Eso es quimérico, infantil, se tiene que hacer cosas enviando proyectos de ley ¿qué está pensando?, no lo entiendo".

También opina que para la consulta, el Presidente dependería de la popularidad que tenga en el momento que ocurra el plebiscito.

"Una cosa es que plantees una consulta popular cuando estás en el pico de popularidad como Sixto (Durán-Ballén) en el 94, otras cuando estás de bajada como el mismo Sixto en 1995".

El ambiente político se complica para el régimen que ahora buscaría una estrategia para acercarse a la Asamblea y conseguir votos que respalden sus iniciativas.

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