Recuperación, renuncia o fallecimiento: tres escenarios para el Papa Francisco
El estado de salud del papa Francisco sigue siendo delicado tras 14 días de hospitalización, generando incertidumbre sobre su futuro y el de la Iglesia católica.
- El papa Francisco preside la misa de vísperas en la basílica de San Pedro, en el Vaticano, el 1 de febrero de 2025. ( )
El Papa Francisco continúa hospitalizado en Roma por una neumonía bilateral, con diagnóstico "reservado" pese a la mejoría de las últimas horas. Estos son los escenarios que se plantean, cuando se cumplen 14 días de ingreso en el hospital Gemelli.
Pese a sus 88 años y sus numerosos problemas de salud pasados, el Papa argentino, conocido por su fortaleza de carácter, parece ir mejor.
"El Papa durmió bien durante la noche y ahora está descansando", indicó el Vaticano en un breve comunicado la mañana del jueves, horas después de que su última parte médico anunciara un "leve mejoría", con pronósticos "reservado".
La neumonía que padece en los dos pulmones requiere como mínimo tres semanas de convalecencia, aunque el equipo médico no se ha pronunciado hasta ahora sobre la duración de su hospitalización.
Pase lo que pase, la gravedad de esta situación, que ha requerido la hospitalización más larga desde su elección como jefe de la Iglesia católica en 2013, lo obligará previsiblemente a rebajar su ritmo de trabajo, al menos al principio.
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Una novedad para el jesuita argentino, conocido por su fuerte ritmo de trabajo y su alergia a las vacaciones.
"Cuesta imaginar que Francisco reanude sus actividades con el mismo ritmo después de tamaña alerta", apunta una fuente vaticana que prefiere el anonimato. "Necesariamente habrá un período de transición", observa.
En junio de 2023, después de 10 días de hospitalización por una operación abdominal, el santo padre tuvo que guardar un período de convalecencia. Pero sucedió en verano, un período habitualmente más tranquilo.
La principal duda ahora será ver si puede cumplir con sus compromisos a corto plazo, comenzando por la Semana Santa, en abril.
En marzo del año pasado tuvo que anular a última hora su participación en el Vía Crucis del Viernes Santo, en el Coliseo, por motivos de salud.
Otra duda es si podrá presidir los eventos previstos a lo largo del año en el marco del Jubileo.
Por último, queda en el aire su capacidad de volver a viajar. El siguiente desplazamiento al extranjero, que aún no fue oficializado, sería en mayo a Turquía, con motivo de los 1 700 años del Concilio de Nicea.
Fallecimiento y protocolo milimetrado
En caso de fallecimiento, la Santa Sede prevé un protocolo sumamente estricto.
Tras la muerte del Papa, el cardenal camarlengo, monseñor Kevin Farrell, quedaría a cargo de gestionar los asuntos corrientes de la Iglesia hasta la elección de un nuevo pontífice. Sus poderes en este lapso serán reducidos y eminentemente administrativos.
A él le corresponde convocar las reuniones de cardenales, llamadas "congregaciones", y decidir en sintonía con ellas el día y la hora designadas para exponer los restos del difunto Papa, así como la fecha de inhumación, que debe producirse entre el cuarto y el sexto día después del fallecimiento.
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El funeral, que Francisco quiere más sencillo, tendría lugar en la basílica de San Pedro del Vaticano, y el entierro en la basílica de Santa María la Mayor, en el centro de Roma, por deseo suyo.
El cónclave, encargado de elegir al nuevo Papa, debe arrancar entre 15 y 20 días después del óbito.
Los cardenales electores, aquellos que tienen menos de 80 años, y que en este momento son 138, estarían llamados a votar en secreto ya puerta cerrada en la suntuosa Capilla Sixtina.
Renuncia y especulaciones
La especulación en torno a una posible renuncia del Papa redobló desde su ingreso en el hospital Gemelli el pasado 14 de febrero, y esto continuará previsiblemente en los próximos meses.
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"Si el papa sobrevive, muchos imaginan luego que querrán terminar el año del Jubileo, pero que a continuación, ya con 89 años [en diciembre], tendrá sobre la mesa la cuestión de saber si debe renunciar o no", explica a la AFP el vaticanista italiano Marco Politi.
Francisco ha convocado un consistorio, es decir, una reunión de cardenales, para la proclamación de nuevos santos. Precisamente ese fue el marco que eligió a su predecesor, Benedicto XVI, para comunicar sorpresivamente su renuncia en 2013. De momento no hay fecha para dicho consistorio.
En los últimos años, el jesuita argentino hizo planear la duda sobre la hipótesis de una eventual renuncia. Pero más recientemente matizó que tampoco puede convertirse en este extremo "en una moda".
Y en cualquier caso, el hecho de que haya retomado el trabajo desde su habitación de hospital para, entre otras cosas, aprobar la canonización del venezolano José Gregorio Hernández, apunta a que Francisco siga al mando.
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