144 reclusos han muerto en las cárceles de Guayaquil en ocho meses

Ángel, Víctor, Rolando, Manuel, Dennis y Jefferson fueron hallados muertos el martes 26 de agosto de 2025. Estaban recluidos en la Penitenciaría del Litoral, una de las cinco cárceles de Guayaquil, que tiene aproximadamente 7 411 reos.

Según los reportes preliminares a los que accedió Ecuavisa.com, los cuerpos no tenían signos de violencia. Fueron trasladados hasta la morgue para la respectiva autopsia que permita determinar las causas del deceso.

Un día después, el miércoles 27 de agosto, otros tres reclusos murieron, sus compañeros dieron la alerta a los guías. Los familiares fueron notificados por una trabajadora social por mensaje de texto y en la tarde, acudieron a la morgue para identificarlos y retirarlos.

Estos hallazgos no son nuevos. Entre enero y el 26 de agosto de 2025, la Policía ha hecho el levantamiento de al menos 144 cadáveres en el complejo carcelario de Guayaquil, según los informes revisados por Ecuavisa.com. De ese total, 21 casos fueron catalogados como muertes violentas. (Ver cuadro)

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La cifra de Guayaquil se acerca al total de muertes naturales reportadas en 2024 en las 36 cárceles de Ecuador. Según el informe de rendición de cuentas del Servicio de Atención a Privados de Libertad (SNAI), 173 reclusos fallecieron a causas naturales (enfermedades) y 89 fallecimientos por determinar en Ecuador. Lo que evidencia un crecimiento alarmante de decesos de la población carcelaria en una ciudad.

La Penitenciaría del Litoral está conformada por 12 pabellones. Desde marzo de este año se encendieron las alertas no por matanzas, sino por casos de tuberculosis denunciados por familiares de los reos y organismos como el Comité Permanente de Derechos Humanos. El Ministerio de Salud reconoció en abril que habían 553 reos con la enfermedad.

En un recorrido por ese centro, el entonces director dijo que había 20 presos con tuberculosis y que estaban aislados en un pabellón para evitar contagios en el resto de la población carcelaria. También indicó que solo cuatro habían fallecido a causa de complicaciones por la enfermedad.

Según los reportes policiales, solo en agosto se han levantado 27 cuerpos en las cárceles de Guayaquil. Julio ha sido el mes con más casos: 30, mientras que en enero y mayo hubo cuatro y tres respectivamente. (Ver cuadro)

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Durante el recorrido de abril, en el área del policlínico había reclusos extremadamente delgados, con la piel pegada a los huesos, esperando atención médica. Tenía mascarillas y algunos estaban en sillas y camillas al aire libre.

Los familiares han realizado plantones exigiendo ayuda. Han denunciado la falta de medicinas y comida para los reos. En una manifestación en junio de 2025 al pie de la Fiscalía del Guayas, Roció M. contó que su hijo tenía ocho meses sin sentencia y padecía tuberculosis.

La mujer denunció que no les daban alimentación ni agua y que dentro de la cárcel pasaban sin luz y supuestamente recibían malos tratos por parte de los uniformados. Dijo que su hijo estaba cumpliendo una pena pero exigía un trato digno ante las "torturas que padecen", expresó.

Un informe técnico del Ministerio de Salud de julio de 2025, detalla que en abril se inició la intervención en la Penitenciaría del Litoral con cuatro médicos y personal para la recolección de muestras.

Inicialmente, se confirmó 129 contagios de 500 muestras tomadas. También que 49 reclusos terminaron el tratamiento completo de tuberculosis.

En mayo se intervinieron los pabellones 8 y 9. En el 8, se detectaron 119 contagios y en el 9, un total de 61 según el documento. Mientras que en junio, se trasladaron a 126 privados de libertad diagnosticados desde el pabellón 7 hasta la cárcel Regional Guayas.

El 6 de junio se inauguró el policlínico y se estableció un área de tuberculosis. Por su parte, el experto en seguridad Kléber Carrión señaló que la tuberculosis siempre ha existido en el sistema carcelario, debido al hacinamiento y la poca ventilación.

Dijo que los reclusorios no hay condiciones adecuadas y no se cumplen con sugerencias para el tratamiento de privados de libertad, como un reo por cubículo. "En la misma infraestructura se hace un cubículo para dos personas y están cuatro, cinco o hasta seis personas", expresó.

Carrión añadió que además prima la hegemonía de un cabecilla de banda, qué es el que suele estar solo en una celda. Lo mismo para el que pagó dinero o arbitrariamente se tomó el espacio.

Desde el Comité de Derechos Humanos, han denunciado una "situación de tortura ejercida de manera sistemática en las cárceles". En agosto el abogado Fernando Bastias expuso la problemática en una comisión de juristas en Colombia.

Familiares han señalado que los reos tienen golpes en gran parte del cuerpo. En los plantones portan fotografías impresas donde se evidencian las marcas en espalda, abdomen o glúteos.

Según el CDH, la situación en las cárceles se agravó tras la declaratoria de conflicto armado interno en enero de 2024. La medida se dictó tras el ataque armado en un canal de televisión, amotinamientos y tomas de rehenes en cárceles y la fuga de alias Fito, cabecilla de Los Choneros.

Desde 2024, las autoridades no han reportados masacres en las cárceles de Ecuador. Hasta ese año, la Penitenciaría del Litoral fue escenario de los múltiples crímenes con reclusos baleados, decapitados o incinerados.

La última fue en noviembre que dejó 12 fallecidos, tras una disputa entre dos organizaciones delictivas. Los militares y policías tienen establecido la división de los grupos por pabellones. Por ejemplo, en el pabellón 2 están Los Tiguerones, Los Lobos se encuentran agrupados en el 9, Los Choneros están divididos en los pabellones 12 y 4.

Desde entonces, no se han reportado este tipo de ataques. Solo entre 2021 y 2024, hubo 459 reos fallecidos en las matanzas en las cárceles de Ecuador, según el portal especializado Insight Crime.

Carrión sostuvo que ante la crisis en el sistema carcelario se ha "logrado salvar" poniendo a los militares en los centros de rehabilitación en estado de excepción. Esto pese a que el cuerpo de vigilancia penitenciaría, señaló, debería estar a cargo y organismos como el Comité Interamericano de Derechos Humanos tienen una visión distinta de la militarización.

Hasta el 10 de agosto, las Fuerzas Armadas apoyaban en el control interno y externo de 19 cárceles de las 36 que hay en Ecuador. Desde esa fecha, comenzaron a retirarse de ocho reclusorios:

Los militares asumieron el control de la seguridad cuando el presidente Daniel Noboa decretó estado de excepción y declaró conflicto armado interno. El gobierno justificó la decisión con informes de inteligencia que determinaban a las cárceles como centros de operación de los grupos criminales y así justificó la intervención militar permanente.

Los uniformados seguirán en 11 centros penitenciarios, entre ellos considerados los más peligrosos como Esmeraldas, la Penitenciaría del Litoral y la Regional Guayas. Estas dos últimas, donde se han reportado casi a diario muertes de reclusos por causas a determinar.

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