Depuración Azul: Policías desviaron municiones donadas por EE. UU. a grupos criminales en Ecuador
Cinco de los agentes procesados apelaron a la prisión preventiva. Según el acta de audiencia, las balas donadas por la Embajada de Estados Unidos se ofertaba en redes sociales.
Un mes ha transcurrido desde que seis policías en servicio activo, uno pasivo y dos mujeres, fueron detenidos por delincuencia organizada. Ellos fueron acusados de formar una red que ofertaba armas, municiones y otros equipos a al menos tres grupos criminales en Ecuador.
Un juez dictó prisión preventiva contra siete de los procesados. Pero cinco apelaron a la decisión e interpuso un recurso cuya audiencia fue el 30 de julio de 2025 y continuará los primeros días de agosto, según consta en la Función Judicial.
#ACTUALIZACIÓN | Caso #DepuraciónAzul: entre los indicios levantados durante los allanamientos constan armas y municiones ‒de dotación policial‒, teléfonos celulares, computadores y documentación. La situación jurídica de los 9 detenidos se resolverá en las próximas horas. pic.twitter.com/AiePKJKZ7d
— Fiscalía Ecuador (@FiscaliaEcuador) July 3, 2025
Lea más: Ecuador pide a Emiratos Árabes la extradición del cabecilla de los Comandos de la Frontera.
Según las investigaciones de la Unidad de Análisis de la Conducta Policial, los uniformados implicados negociaban armas y municiones a miembros de Mafia 18, Freddy Kruger y Los Tiguerones en Guayaquil por USD 1 000 hasta USD 7 500, dependiendo si eran pistolas Glock o fusiles.
El caso inició con una denuncia por cohecho en la Fiscalía General del Estado. Se analizaron conversaciones telefónicas y se siguió a los sospechosos por meses, que incluso con uniforme, fueron hasta las cooperativas de buses para dejar encomiendas.
En el acta de audiencia de apelación a la prisión preventiva, la defensa de uno de los policías señaló que su cliente no había participado de reuniones. Otro abogado sostuvo que el agente labora en el rastrillo, que es el sitio donde se almacena el armamento, y las únicas comunicaciones que tuvo fue con otra funcionaria que proveía las armas a la Policía.
Según las investigaciones, los agentes implicados enviaban en cajas las armas, municiones y alimentadoras desde Quito hacia Guayaquil. Otro de los abogados defensores indicó que a su cliente se le adjudica la entrega de un paquete en la terminal del norte (Carcelén) pero que no se puede determinar que haya contenido armas o balas.
Así mismo, señalaron que la mayoría de los detenidos trabajaban en los rastrillos y que era "obvio que van a tener comunicación". No obstante, el fiscal del caso defendió sus argumentos e indicó que hubo tres grandes eventos que contaron con la participación de los procesados.
Se trata de las fechas en las que se identificó el envío de armamento y la comercialización del mismo. De acuerdo al expediente, el 12 de marzo de 2025 hubo una conversación entre dos de los implicados. Uno de ellos preguntó al encargado del rastrillo del distrito Tumbaco si tenía 20 alimentadoras para Glock. Ese cargamento se trasladó con un taxista.
El segundo evento fue el 17 de junio. Los investigadores detectaron el envío de municiones calibre 5,56 (para fusil) desde Quito hacia Guayaquil. Ese día, se capturó a un hombre que fue a retirar la encomienda y se determinó que era miembro del grupo criminal Freddy Kruger, que opera en el suroeste.
El mismo día, se detectó otra encomienda de municiones. La ruta del cargamento era desde la terminal de Carcelén, en el norte de Quito, hacia el Puerto Principal.
En la audiencia de apelación a la prisión, el fiscal señaló que las municiones decomisadas en estos dos últimos eventos, habían sido donadas por la Embajada de Estados Unidos. Incluso, el día del operativo, entre las evidencias recopiladas en los allanamientos ejecutados en Pichincha, Guayas, Imbabura y Cotopaxi consta la fotografía de una caja de municiones con la bandera de se país.
Policía en servicio pasivo ofertaba artículos policiales en redes sociales
Entre los integrantes de la red que comercializaba armas y municiones a las mafias en Ecuador, consta un policía en servicio pasivo. Según el fiscal del caso, él tenía una página en redes sociales donde ofertaba los artículos que se sustraían de los rastrillos de distritos como Tumbaco, en Quito.
Los investigadores determinaron que tenía conversaciones con alias Uña (policía activo), quien retiraba las encomiendas enviadas por sus compañeros. La Fiscalía señaló que las cabezas de la red eran quienes tenía acceso directo a las municiones y el resto colaboraba en el transporte y envío.
Se identificó a alias Topo, como el cabo primero de la Policía que era encargado del guarda almacén en la Dirección Logística de la Policía. Según el expediente, él sustraía las municiones para enviarlas con alias Beto (taxista) en encomiendas.
Los paquetes eran enviados a alias Gangudo, un cabo primero de la Policía. Las balas luego eran retiradas por alias Uña (sargento segundo), quien las entregaba al policía en servicio pasivo que tenía la tienda virtual de estos artículos.
De acuerdo al expediente, alias Gangudo cumplía funciones en la cárcel de Cotopaxi y era guarda almacén en Cotacachi (Imbabura). Fue otro de los encargados de conseguir armas para comercializarlas.
Otros alias identificados de la red son alias Bala, One Bron, Paco, Mona, Wang. Alias Bala por ejemplo, tuvo una conversación el 29 de marzo, en la preguntó por 2 000 municiones calibre 5.56.
Alias Topo se comunicó en febrero con Guangudo para entregarle una encomienda, por la cual se pagó USD 210 en efectivo. Una de las mujeres procesadas -según el acta de formulación de cargos- ofreció USD 270 a uno de los implicados para que entregara el 'material'.
Hasta el momento, el caso Depuración Azul continúa en etapa de instrucción fiscal. Luego de eso, se realizará una audiencia de preparatoria de juicio, donde un juez decidirá si hay elementos suficientes para que los implicados enfrenten un juicio. Por ahora, cinco de los procesados esperan salir de prisión con medidas sustitutivas.
Recomendadas