La Tierra del Olvido, 30 años del álbum que marcó la carrera de Carlos Vives y el sonido de Colombia
El 25 de julio de 1995, Carlos Vives lanzó La Tierra del Olvido, un disco que marcó su carrera en la combinación de instrumentos eléctricos y ancestrales, creando un nuevo sonido.
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La Tierra del Olvido presentó una propuesta sonora que no solo hipnotizó a toda Latinoamérica con una versión pop de los sonidos del Caribe colombiano, sino que generó discusiones si eran o no vallenato u otros ritmos caribeños.( )
La Tierra del Olvido, aunque no es el primer álbum de Carlos Vives, es su mayor hito, el que marcó su carrera y el sonido de toda una región. El 25 de julio de 1995, un CD con una portada morada donde Vives aparece pintado en el agua con una montaña inhóspita detrás, en alusión a la Sierra Nevada de Santa Marta como si fuese el mítico El Dorado.
El proyecto presentó una propuesta sonora que no solo hipnotizó a toda Latinoamérica con una versión pop de los sonidos del Caribe colombiano, sino que generó discusiones si eran o no vallenato u otros ritmos caribeños. La Tierra del Olvido cumple 30 años como producto de un diálogo entre la industria musical de Colombia y anglosajona, y un generador de tendencias que después inundaría las radios del país cafetero, lo que los críticos musicales llamarían nuevo pop tropical.
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La Tierra del Olvido, caribe endulzado
La Tierra del Olvido es el séptimo álbum de Carlos Vives, aunque en Spotify indique que es el segundo después del lanzamiento de Clásicos de la Provincia en 1994. Sin embargo, Vives entre 1986 y 1993 tuvo tres intentos fallidos de pegar en la audiencia colombiana con música pop, más los dos volúmenes de covers de las canciones de Rafael Escalona, por la telenovela que él mismo protagonizó. Es en su acercamiento a sus raíces donde el músico de Santa Marta logra lo anhelado: impactar en la cultura musical de su propio país.
La Tierra del Olvido es un álbum con una gran de cantidad de canciones que se fueron esparciendo en los oídos dentro y fuera de Colombia. Pero, dos tonadas resaltaron y se convirtieron en éxitos instantáneos: Pa’ Mayte y la canción que le da el nombre al disco. Ambas melodías tienen más de 78 millones y 49 millones de reproducciones en Spotify, respectivamente; frente a las demás canciones que no se acercan ni a los 2 millones.
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Dos estados del mar: la primera canción muestra un oleaje más intenso como un baile explosivo mientras Carlos Vives canta: “Y ahí llego yo / Llego yo y ahí vamo´ a vé / Y ahí vamo´a vé / Vamo a vé como es gozá”. Mientras, La Tierra del Olvido te hace escuchar al mar más relajado, la calma después de la fiesta, donde el personaje encuentra afecto y recita: “Tú tienes la llave de mi corazón / Yo te quiero / Más que a mi vida, porque sin tu amor / Yo me muero”.
La Tierra del Olvido fue uno de los últimos álbumes registrados en cinta de carrete abierto, antes de dar paso a la edición digital. El libro Travesías por la Tierra del Olvido, de los investigadores Juan Sebastián Ochoa, Carolina Santamaría, Carlos Eduardo Cataño y Manuel Sevilla, asegura que la duda entre retomar la fórmula o arriesgar un nuevo rumbo había sido resuelta de forma favorable.
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El éxito del disco y valoración crítica, que se ha fermentado en estos 30 años, sostiene que La Tierra del Olvido fue lanzado con un resultado muy positivo. Además, el álbum fue construido en un estado de creación colectiva de un equipo de trabajo cuyos integrantes traían equipajes musicales de toda Colombia. Entre esos integrantes, un extranjero que venía de una tierra fría en búsqueda de calor se coló en la producción de uno de los discos más importantes de la música colombiana, Richard Blair.
El inglés Richard Blair fue el encargado de producir La Tierra del Olvido, cuyo proceso duró los primeros seis meses de 1994. Un año antes, Blair llegó a Colombia para quedarse un mes al ser hipnotizado por el silbido de la gaita y el rasgueo de la guacharaca. ¿Dónde escuchó el sonido? Cuando participó en la producción del álbum La Candela Viva (1992) de la cantora Totó La Momposina. Un disco lleno de cumbias y bullerenge.
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El Caribe colombiano después de La Tierra del Olvido
Junto a Carlos Vives, el inglés Richard Blair, captó la esencia del caribe colombiano y ayudo a internacionalizarlo en La Tierra del Olvido. Fue Vives el pionero en combinar en el vallenato guitarras eléctricas y baterías con instrumentos ancestrales como tambores y gaitas. El sonido quedó dentro de la discografía del artista de Santa Marta e incluso se salió de los discos para influenciar en nuevos músicos.
De manera paralela, dos fenómenos ocurrirían en los garajes y estudios de Colombia. Primero, el fenómeno tropipop tomó las radios colombianas hasta llegar a su clímax a mediados de la primera década de los 2000. Un ejercicio bogotano (rolo) de emular los ritmos del Atlántico con tintes rockeros y una perspectiva comercial de la capital que dejaron bandas como Bonka, Sin Ánimo de Lucro, San Alejo, Lucas Arnau, entre otros. Algunos de ellos participaron en el primer EP de Carlos Vives, Masters en Parranda en 2021, consolidando la relación entre el samario con los artistas capitalinos.
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Por otro lado, en la música independiente colombiana, se iniciaba un fenómeno que todavía se extiende. En 1996, Richard Blair fundó Sidestepper, banda pionera en la mezcla de sonidos eléctricos con ritmos del Caribe y del Pacífico colombiano. “Como nadie esperaba nada, entonces no había presión”, aseguró Blair al portal de la Radio Nacional de Colombia, el 16 de junio de 2025, sobre la formación de su agrupación tropical. De esa chispa después aparecieron grupos como Systema Solar, Bomba Estéreo, Pernett, entre otros.
El Caribe colombiano suena de manera diferente a medida que avanza el tiempo. Del vallenato juglaresco de inicios de siglo a los vallenateros masivos como Diomedes Díaz y Rafael Orozco, a la versión pop de La Tierra del Olvido, que no solo cambió cómo sonaban los golpes de las olas en los 90 e inicios de los 2000 en esa región, sino que cambió el patrón de las ondas que hasta ahora sigue mutando al crear música.
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La Tierra del Olvido, nacionalismo musical
Al pensar en una canción que exaltan al país cafetero, se te puede cruzar Colombia, Tierra Querida de Lucho Bermúdez, compuesta en la década de 1960. Sin embargo, la canción La Tierra del Olvido, poco a poco, desde su lanzamiento en 1994, se ha vuelto una melodía de manifestación patriótica que es utilizada por artistas y fanáticos para demostrar amor a su país.
En 2015, Fonseca, Fanny Lu, Maluma, Andrea Echeverry, El Cholo Valderrama, y las agrupaciones Coral Group y Herencia de Timbiquí unieron voces para grabar una versión actual de La Tierra del Olvido en ocho ecosistemas diferentes de Colombia. Tres años antes, la Fundación ABC* se unió al movimiento Playing for Change y grabaron una versión de la canción con más de 70 artistas colombianos.
El sonido de La Tierra del Olvido evoca esa línea delgada entre la herencia cultural colombiana y la influencia musical extranjera. Dentro de ese fenómeno de globalización, la canción de Carlos Vives marca una trazo dentro de la música para dibujarte que es un territorio rítmico caribeño en el siglo XXI
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Escucha el álbum:
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