20 abr 2025 , 15:08

Estas son las consecuencias de morderse las uñas

Más allá del aspecto estético, esta costumbre puede afectar los dientes, la mandíbula y provocar infecciones o mal aliento

   

Morderse las uñas puede parecer un acto inofensivo o una simple manía relacionada con el estrés, pero sus consecuencias van mucho más allá de lo estético. Este hábito, muy extendido tanto en niños como en adultos, representa un riesgo importante para la salud bucodental, aunque muchas personas lo desconocen.

Diversos estudios coinciden en que la ansiedad es una de las principales causas que lleva a las personas a morderse las uñas. Para muchos, este comportamiento funciona como una respuesta automática frente al nerviosismo o la tensión. Suele iniciarse en la infancia, muchas veces como resultado de presión emocional, y con el tiempo se convierte en una costumbre difícil de abandonar.

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Consecuencias de morderse las uñas

Niño mordiéndose las uñas.
Niño mordiéndose las uñas. ( )

Las secuelas de este hábito afectan directamente la salud de la boca. El contacto constante entre las uñas y la boca facilita el ingreso de bacterias y hongos que pueden provocar infecciones. Además, el desgaste dental es un efecto frecuente, sobre todo en los incisivos, y en casos graves puede llevar a fracturas o astillado. También puede generar problemas en la articulación temporomandibular, causando dolores al masticar. Y no menos importante: el mal aliento, o halitosis, es otra posible consecuencia debido al traspaso de bacterias.

Además de los daños en la boca, las propias uñas se ven afectadas. Morderlas constantemente puede provocar roturas, dificultar su crecimiento normal y causar dolor o escozor, sobre todo al tocar objetos. Las heridas frecuentes en la zona también abren la puerta a infecciones más complejas en los dedos.

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Actualmente existen tratamientos para ayudar a quienes desean dejar este hábito. Uno de los más accesibles son los esmaltes especiales, diseñados para favorecer la regeneración de las uñas y prevenir que se sigan mordiendo. Sin embargo, en casos más severos, lo ideal es consultar a un profesional de la salud que pueda ofrecer un tratamiento personalizado.

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