La cebolla, un método casero para limpiar la parrilla

El asado es uno de los rituales gastronómicos más arraigados en América Latina y en otras partes del mundo. Sin embargo, más allá de la elección de la carne o del carbón, la limpieza de la parrilla suele pasarse por alto. Entre los métodos caseros, uno de los más difundidos es el uso de media cebolla, una alternativa práctica, económica y segura frente a los cepillos metálicos o los químicos de limpieza.

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La efectividad de este recurso radica en los compuestos azufrados y aceites naturales de la cebolla, que actúan como desinfectantes y desengrasantes suaves. Al frotar el vegetal cortado sobre las rejillas calientes, sus jugos ayudan a despegar los restos de grasa y comida. La textura fibrosa funciona como abrasivo natural, lo que permite arrastrar la suciedad sin dañar el metal ni dejar filamentos peligrosos, como ocurre con los cepillos de alambre, según explica el portal especializado The Kitchn.

Los parrilleros aconsejan ensartar la cebolla en un tenedor o pincho metálico para manipularla con seguridad y frotar con firmeza toda la superficie. Además de limpiar, este método aporta un ligero aroma que potencia el sabor ahumado de los alimentos, convirtiéndose en un aliado sencillo y funcional en la preparación del asado.

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La limpieza de la parrilla es más que una cuestión estética. El Food Safety and Inspection Service del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) advierte que la grasa acumulada puede liberar compuestos dañinos y alterar el sabor de la carne. También representa un riesgo de incendios, ya que la grasa vieja es inflamable y puede provocar llamaradas. Instituciones como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina recomiendan limpiar la parrilla en caliente para mejorar la higiene, evitar accidentes y prolongar la vida útil del hierro.