Los ciudadanos invierten en tecnología para reforzar la seguridad en los barrios del Ecuador

Los casos de secuestros exprés, muertes, extorsiones, balaceras, y asaltos se reportan a diario en el país. Por eso, vecinos, empresarios y comerciantes adquieren modernos sistemas de alarmas y vigilancia a diferentes costos.

Se trata de modernos dispositivos que incluyen cámaras, alarmas comunitarias, botones de pánico, aplicaciones remotas y circuitos cerrados de televisión que funcionan con repetidoras de Internet. Se comercializan a precios diferentes, a escala nacional.

Al recorrer barrios, ciudadelas, condominios y edificios en diferentes ciudades del Ecuador, se puede observar la presencia de cámaras y demás aparatos. Manuel Moya, presidente de la Confederación de Barrios del Ecuador, asegura que ahora los dirigentes se organizan, en todos los vecindarios, para adquirir equipos de todo tipo, principalmente alarmas comunitarias.

"Generalmente, los directivos piden cuotas y los compran. Con USD 500 adquieren cuatro alarmas con sus respectivos botones y aplicativos móviles. Así nos ayudamos entre todos", cuenta el directivo, cuya organización tiene agremiados en 18 provincias.

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Asegura que, en algunos vecindarios reciben las ayudas de diferentes entidades. En Latacunga, la Universidad Técnica de Cotopaxi proporcionó alarmas a la Federación de Barrios Populares.

Un panorama similar ocurre en la ciudad Esmeraldas, costa norte del Ecuador, en donde los comerciantes invierten para mejorar la seguridad. Datos de la Asociación de Panificadores señalan que sus 150 agremiados tienen alarmas comunitarias, por las que invirtieron USD 70 en cada dispositivo. Igualmente, han gastado entre USD 1000 y 1500 dólares en la compra de cámaras.

"Nos ha ayudado mucho, pero también necesitamos la colaboración permanente de la Policía", comentó un comerciante que pidió la reserva de su identidad.

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La última cifra que maneja el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) señala que, en el país, hay 782 empresas dedicadas a la venta, al por mayor, de equipos de seguridad. En el 2021 registraron USD 206.6 millones por la comercialización de aparatos.

De igual forma, hubo un incremento en la comercialización de cajas fuertes o de seguridad, de caudales, pórticos y puertas blindadas, etc. Las 15 firmas dedicadas a esa actividad vendieron USD 4,5 millones en esos dispositivos en 2021; en 2020 fueron 3,6 millones.

En el país hay 2 844 firmas dedicadas a la elaboración y ejecución de proyectos de ingeniería eléctrica, electrónica y otras especializada en sistemas de seguridad. Sus ingresos fueron de USD 179,2 millones.

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Una de esas firmas es la firma Niebla Seguridad. Sus dispositivos emiten un gas que produce un efecto de desorientación para los delincuentes que ingresan a robar en viviendas o locales comerciales. Así, no podrán llevarse las cosas o mercadería porque no pueden ver.

Viviana Hermosa es gerente de esa compañía. Explica que es un sistema antirrobo de activación instantánea, capaz de neutralizar al delincuente en hasta 10 segundos, emitiendo una densa niebla que se expande en un área de 100 metros cúbicos, obstaculizando la visibilidad durante 30 a 40 minutos.

Al mismo tiempo, el propietario de la casa o negocio recibe una notificación al teléfono en la cual se alerta de que trataron de robar en el negocio.

Guardias privados

Rubén Salvador es presidente de la Federación Nacional de Guardias de Seguridad Privada (Fenaspe). Asegura que, en la actualidad, existe un incremento en la contratación de personal de seguridad, pero en las zonas de clase media-alta en adelante.

De igual forma ocurre en las zonas donde se adquieren equipos como cámaras y circuitos cerrados de monitoreo.

En ese sentido, Paola Burbano, presidenta del Comité de Seguridad República de El Salvador, en donde hay más de 500 edificios, aseguró que cuentan con alarmas y chats comunitarios. También buscan cámaras homologadas con un centro de monitoreo y vigilancia que opera las 24 horas.

También contrataron celadores que ayudan a prevenir y emiten alertas cuando se produce un robo o asalto. En los edificios, los inquilinos pagan una mensualidad con la que se paga a la empresa de seguridad que proporciona a los guardias.

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