Gustavo Petro interviene en política ecuatoriana y respalda al correísmo en redes sociales

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha causado polémica con una serie de pronunciamientos sobre el proceso electoral en Ecuador, evidenciando una postura alineada con el correísmo y desmarcándose de los protocolos tradicionales de la diplomacia regional.

Desde su cuenta en X, Petro desconoció los resultados de las recientes elecciones presidenciales, en las que triunfó Daniel Noboa, y replicó las narrativas de los principales líderes de la Revolución Ciudadana.

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En su primer mensaje, publicado el martes posterior a los comicios, el mandatario colombiano denunció que Leonidas Iza, presidente de la Conaie, había sido detenido antes de las elecciones; que los comicios se realizaron bajo vigilancia armada de las Fuerzas Armadas; y que incluso fue necesario proteger a veedores colombianos.

Sin embargo, estas afirmaciones fueron refutadas por múltiples usuarios y medios ecuatorianos: Iza no fue detenido; la presencia militar en los recintos electorales es parte del protocolo habitual de seguridad; y las actas electorales están disponibles públicamente y en poder de los partidos políticos.

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Pese a ello, Petro reiteró su posición al día siguiente. “No hay elecciones libres bajo estado de sitio y no puedo reconocer las elecciones en Ecuador”, aseguró, refiriéndose al estado de excepción vigente en siete provincias durante la jornada electoral. Esta declaración contradecía el informe preliminar de la OEA, que observó el proceso y no reportó irregularidades sustanciales.

El jueves, el presidente colombiano fue más allá y afirmó que en Ecuador existe una “lista negra de opositores perseguidos”. Lo dijo tras conocerse que Diego Borja, excandidato vicepresidencial de la Revolución Ciudadana, tuvo problemas al cruzar la frontera hacia Colombia. El Gobierno ecuatoriano explicó que Borja abandonó su cédula de identidad, usó gorra y mascarilla, y cruzó el paso fronterizo de noche, lo que activó controles adicionales.

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Petro cerró la semana ofreciendo asilo a quienes integren esa supuesta “lista negra”, pese a que ninguno de los mencionados ha solicitado refugio ni ha sido objeto de un proceso judicial abierto.

Durante el fin de semana, el mandatario dejó de referirse directamente a las elecciones, pero volvió a comentar sobre la situación ecuatoriana, esta vez a propósito de una masacre ocurrida en una gallera en Manabí. “Ya Colombia tiene una gran experiencia en estos hechos de nueva violencia del ‘lumpen mercado’, o ‘lumpen capitalismo’, como quieran llamarla. Me gusta llamarla a la colombiana: ‘violencia traqueta’”, escribió.

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Gustavo Petro es hoy uno de los pocos jefes de Estado en América Latina que se mantiene cercano al correísmo. Su comportamiento en redes sociales, sin filtros diplomáticos, pone en evidencia un activismo político que ha tensado la relación bilateral y contrasta con la prudencia esperada entre gobiernos democráticos de la región.