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Archidona, Napo: 280 animales de 52 especies habitan en Centro de Vida Silvestre El Arca
Un albergue acoge a especies víctimas del tráfico y el maltrato, entre los animales rescatados hay dos leones, un jaguar y un puma.
Un túnel de bambú, que se eleva a 15 metros, da paso a este recorrido: es el umbral a un espacio donde la fauna rescatada intenta recuperarse. Así se accede al centro de manejo de vida silvestre “El Arca”, en la parroquia Cotundo, del cantón Archidona, en Napo. Un albergue que recibe animales víctimas del tráfico, el cautiverio y el maltrato.
A lo largo del sendero se revelan algunos de sus primeros habitantes: entre ellos este mono araña que llegó en 2007 tras sufrir una descarga eléctrica que le provocó daños irreversibles en el brazo y la cola, lo que obligó a una amputación. Desde entonces, vive bajo cuidados especiales.
Más adelante, los monos ardilla trepan entre las ramas de un árbol de guaba y junto a un lago, los monos chorongos saltan, giran y hacen piruetas sobre llantas y cuerdas, en un entorno pensado para estimular su comportamiento natural.
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Rodeados de árboles de pigüe y guayaba, hay 52 recintos diseñados para recrear el hábitat de 280 individuos de 52 especies, rescatados en coordinación con el Ministerio del Ambiente.
Los guacamayos azul y amarillo y el guacamayo militar se escuchan entre la vegetación. También hay tucanes, pericos, loras, trompeteros, pavas y un halcón tijereta. Al menos unos 18 tipos de aves.
Un camino de arena conduce al recinto de los venados rojo y gris. Aquí el silencio solo es interrumpido por el crujir de las hojas secas.
A pocos metros, el recorrido cambia de atmósfera. Entre troncos secos aparecen anacondas y boas constrictor, una de las especies más rescatadas, debido a su aparición en zonas agrícolas donde con frecuencia son atacadas. Veterinarios evalúan si pueden ser reinsertadas. Miden su cuerpo, revisan el grosor y confirman que la dentadura esté completa.
“Como albergue de vida silvestre recibimos animales que han sufrido algún proceso de decomiso o talvez fueron mascotas o bien sufrieron percances en carreteras, golpes, cacerías hemos recibido animales con muy mal estado de salud de los cuales se atienden en nuestra clínica y se rehabilitan para poder ser reintroducidos a su hábitat o bien para quedarse a cuidados especiales acá en el albergue”.
En total son 10 profesionales, entre veterinarios, nutricionistas y guías, quienes se encargan del bienestar de los animales. Parte de ese trabajo incluye la selección de frutas, vegetales y carne, que se preparan según las necesidades de cada especie.
El centro también acoge animales de otros países. En un área de 800 metros cuadrados se ha establecido el hábitat de dos leones rescatados de un circo. A ellos se suman un jaguar y un puma.
El albergue se extiende sobre 10 hectáreas, la mitad se mantiene como área de conservación destinada a la pre liberación de especies. El río Mondayacu cruza esta zona alimentando humedales y lagunas donde habitan charapas, paiches, peces, koi, cocodrilos y nutrias.
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En 18 años, El Arca ha liberado 300 animales, entre aves, mamíferos y reptiles, en zonas como el Colonso, Antisana y Llanganates. Aquí, cada rescate no es el final de una historia, sino el comienzo de una nueva oportunidad.
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