Reformas al IESS: la polémica propuesta no está cerca de ser una realidad

Las reformas al IESS fueron presentadas al presidente Guillermo Lasso pero no están cerca de convertirse en realidad. Por ahora solo es un proyecto que ni siquiera es vinculante para el Gobierno, o en otras palabras, no es obligatorio que sea considerado.

Y es más, el texto que sugiere cambios en el cálculo del monto de la jubilación que entrega el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, crear mecanismos de ahorro para la vejez, aumentar los años de aportación o limitar el retiro de los fondos de reserva y de cesantía, entre otros, aún no es definitivo.

Reformas al IESS: el ABC de la propuesta

La comisión gubernamental liderada por Augusto de la Torre recorrerá el país en los siguientes dos meses para difundir los planes de cambios en foros abiertos a la ciudadanía. La idea es recoger observaciones y pulir la propuesta

Mauricio Alarcón, director ejecutivo de Fundación Ciudadanía y Desarrollo, una organización civil que ha seguido de cerca las actuaciones de la Presidencia y de la Asamblea Nacional como parte de su misión de promover y defender el Estado de Derecho, la democracia y la transparencia, explica cómo sería el tratamiento de estas reformas al IESS, si acaso se llegan a presentar formalmente.

“Lo que se está proponiendo tendría que entrar en vigencia mediante una reforma a la Ley de Seguridad Social, norma que está vigente desde hace dos décadas y que tuvo modificaciones hace menos de un año”, dice Alarcón.

Es en este cuerpo normativo en el que se encuentran establecidas varias temáticas de las citadas por la propuesta de reformas al IESS, como las jubilaciones o los fondos de pensiones, por ejemplo.

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Pero Alarcón no cree que estas reformas al IESS, que ya ha provocado el rechazo de organizaciones laborales agrupadas en el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), estén cerca de concretarse.

Pablo Lucio Paredes, integrante de la comisión de reforma al IESS, insta a los miembros del FUT y a la ciudadanía en general a participar en el diálogo y unirse al trabajo de la delegación.

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Paredes aclara que este tema no se trata de confrontación entre enemigos, "sino de una discusión entre ecuatorianos que buscan encontrar soluciones" que más temprano que tarde se tendrán que tomar para garantizar la sostenibilidad del sistema.

Además, Paredes rechaza los rumores de privatización del IESS. Por eso destaca la importancia de difundir las propuestas, para que sean analizadas detenidamente antes de sacar conclusiones.

“Estamos hablando de una reforma legal. En las condiciones actuales en las que no hay Asamblea y faltan un par de meses para tenerla de manera efectiva, sería un suicidio político que el Ejecutivo intente reformar la norma mediante un decreto ley en materia económica. Creo que sería difícil incluso que la Corte Constitucional lo acepte”, expresa Mauricio Alarcón.

“Más bien tendríamos que ver si la propuesta de reforma al IESS pudiera salir del actual Ejecutivo para que llegue a la próxima Asamblea que los ecuatorianos deberán elegir el 20 de agosto”, prosigue.

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Los tiempos políticos no cuadran con la urgencia de reformar al IESS en los términos que Augusto de la Torre, Pablo Lucio Paredes y el resto de la comisión han planteado para abrir el debate sobre la sostenibilidad de la Seguridad Social.

Respecto a los tiempos, Mauricio Alarcón menciona si bien es cierto que en la Asamblea la aprobación de ciertas leyes ha demorado un año y medio, esta podría entrar como proyecto de Ley con carácter de urgencia económica, no como decreto ley excepcional de los que se permite ahora mismo al Presidente mientras no existe la Asamblea.

Pero este proyecto de reformas, si no lo presenta Guillermo Lasso al terminar su administración en diciembre, quedaría solo como insumo para el próximo Gobierno, que tendrá que decidir si lo plantea o no la Asamblea, en primer lugar.

Y si lo hace, deberá decidir si lo envía por la vía regular o como proyecto de ley económica urgente, en cuyo caso debe ser evacuada en 30 días por el Legislativo.

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Alarcón aclara que si la discusión llega a la Asamblea por la vía ordinaria, no tendrá que pasar obligatoriamente un año entre el primero y segundo debate, “porque no estamos hablando de una reforma constitucional, sino de una ley reformatoria”.

Y el hecho de que llegue a la Asamblea no garantiza que las reformas al IESS se vayan a aprobar, en el tiempo que sea, pues aún es incierto cómo se conformará el nuevo Parlamento. Dependerá de qué tendencia política logre armar mayoría.

Pero cabe recordar que el nuevo Presidente de la República y la nueva Asamblea Nacional tendrán cerca de un año y medio de vigencia, ya que serán elegidos únicamente para completar el periodo hasta mayo de 2025 que fue interrumpido por la muerte cruzada.

En ese sentido, analistas políticos han opinado que es poco probable que en tan corto tiempo de mandato el futuro gobernante y los próximos asambleístas se arriesguen a “quemarse” con decisiones políticas de tanta trascendencia, como en este caso serían las reformas al IESS.

Cinco ejes contiene la propuesta de reformas al fondo de pensiones del IESS

Es que en ese periodo deberían centrarse en los asuntos que más apremian en el país como la inseguridad y el desempleo, pues indudablemente quienes ejerzan el poder buscarán fortalecer su imagen con la idea de seguir en sus cargos de cara a las elecciones para el periodo 2025-2029.

Usualmente, un año antes de las elecciones los políticos se adelantan a hacer proselitismo, de modo que los nuevos gobernantes en Ecuador, que entrarán en funciones en noviembre y diciembre de este 2023, estarán casi enseguida en un año preelectoral, pensando -lo admitan o no- en su campaña.