Entre las víctimas se encuentra una niña de 12 años. Polonia desplegó cazas y la OTAN reforzó su vigilancia aérea.
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El humo se eleva tras el ataque ruso en Kyiv, Ucrania, el 28 de septiembre de 2025, en medio de la invasión rusa.( )
Un bombardeo ruso de gran escala sacudió Kiev este domingo 28 de septiembre, dejando al menos cuatro muertos, entre ellos una niña de 12 años, según confirmaron autoridades ucranianas.
Este es el primer ataque aéreo de tal magnitud sobre la capital desde el asalto del mes pasado que costó la vida a 21 personas. El ataque no solo golpeó áreas residenciales, sino que también alcanzó infraestructura crítica.
Las víctimas fueron localizadas en distintos puntos de la ciudad. El jefe de la administración militar de Kiev, Timur Tkachenko, confirmó que el cuerpo de la menor fue rescatado de los escombros de un edificio residencial de cinco pisos en el barrio de Solomianski. Además, dos personas fallecieron en un centro de cardiología impactado por los proyectiles.
El ataque masivo, que el ministro de Relaciones Exteriores, Andrii Sibiga, denunció que ocurrió mientras la gente dormía, también dejó un saldo de 27 heridos en la región de Kiev y más de 40 en provincias como Odesa, Zaporiyia y Sumi.
El Estado Mayor ucraniano reportó que Moscú lanzó un total de 643 drones y misiles, incluyendo bombas planeadoras, contra varias ciudades del país.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que sus objetivos eran "empresas del complejo militar-industrial ucraniano" y que lograron abatir 41 drones ucranianos. La escalada generó una respuesta inmediata de la OTAN y los países vecinos:
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó al Kremlin de prolongar la guerra por las "ganancias por la venta de energía" y llamó a intensificar la presión internacional. Anunció además la inminente llegada de sistemas antiaéreos Patriot de fabricación estadounidense, enviados por Israel, para reforzar la defensa de Kiev.
Lea: Ataques rusos contra objetivos energéticos en Ucrania dejan 100 mil hogares sin luz
En contraste, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, negó que Rusia planee atacar la Alianza Atlántica, pero lanzó una dura advertencia:
"Cualquier agresión contra nuestro país desencadenará una respuesta decisiva. Si alguien derriba aparatos en el espacio aéreo ruso, lo lamentará."
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