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EE.UU. y China logran “avances sustanciales” en negociaciones comerciales en Ginebra
Washington y Pekín logran avances tras dos días de diálogo en Suiza, en un intento por desescalar una guerra comercial marcada por aranceles históricos y tensiones bilaterales
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El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent (izquierda), y el representante de Comercio de EE.UU., Jamieson Greer, hablan con los medios tras las conversaciones entre altos funcionarios estadounidenses y chinos sobre aranceles, en la residencia del embajador permanente de Suiza ante las Naciones Unidas en Ginebra, el 11 de mayo de 2025.( )
Tras dos días de intensas negociaciones a puerta cerrada en Ginebra, las delegaciones de Estados Unidos y China anunciaron "avances sustanciales" en el marco de las conversaciones para aliviar las tensiones de la prolongada guerra comercial entre las dos principales economías del mundo.
"Me complace informar de que logramos avances sustanciales entre Estados Unidos y China en las importantísimas conversaciones comerciales", declaró el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, en una rueda de prensa sin preguntas. Añadió que las conversaciones fueron "productivas" y prometió una sesión informativa completa el lunes.
El diálogo, celebrado en la residencia del Representante Permanente de Suiza ante la ONU, fue la reunión de más alto nivel desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. El presidente estadounidense declaró en su red social Truth Social que hubo “un gran progreso” y calificó el proceso como “un reinicio total negociado de manera amistosa, pero constructiva”.
El embajador Jamieson Greer, Representante de Comercio de EE.UU., destacó que las diferencias entre ambas partes “no eran tan grandes como podíamos imaginar”, aunque subrayó que se trataba de un paso enfocado a disminuir tensiones, más que a cerrar un acuerdo comercial integral.
Por parte de China, el vice primer ministro He Lifeng encabezó la delegación. Pekín valoró positivamente el contacto, y la agencia estatal Xinhua lo calificó como "un paso importante para promover la resolución del problema".
Origen y consecuencias de la disputa
La guerra comercial estalló durante el primer mandato de Trump, cuando EE.UU. impuso aranceles a los productos chinos, alegando prácticas comerciales desleales y la necesidad de proteger empleos estadounidenses. China respondió con medidas arancelarias recíprocas, lo que llevó al estancamiento del comercio bilateral.
Actualmente, los aranceles estadounidenses sobre productos chinos alcanzan hasta un 145%, llegando incluso al 245% en ciertos bienes. China, en respuesta, impuso tarifas del 125% sobre productos estadounidenses. Esta escalada contribuyó al estancamiento del comercio entre ambas naciones.
Aunque Trump sugirió antes de las conversaciones que podría reducir los aranceles a un 80%, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aclaró que Estados Unidos no hará concesiones unilaterales, subrayando que China también deberá ceder terreno.
Un escenario de cautela
Los expertos han reaccionado con moderado optimismo. Gary Hufbauer, del Peterson Institute for International Economics, señaló que aunque las conversaciones son una señal positiva para los mercados, es escéptico respecto a una normalización total.
“Incluso con aranceles en el rango del 70% al 80%, el comercio bilateral podría reducirse a la mitad”, advirtió.
La posición china se vio fortalecida por el sorpresivo aumento del 8,1% en sus exportaciones en abril, superando ampliamente las previsiones. Analistas atribuyen este repunte a un redireccionamiento estratégico hacia mercados del sudeste asiático.
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Para Hufbauer, dentro del gobierno estadounidense hay conciencia de que China podría estar mejor preparada para afrontar una guerra comercial prolongada. Mencionó que figuras más moderadas como Bessent y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, podrían estar empujando por soluciones más pragmáticas.
Aunque aún no se han divulgado detalles específicos del acuerdo, todas las miradas estarán puestas en la sesión informativa prevista para este lunes, en la que se espera que ambas partes detallen el alcance de lo negociado y los próximos pasos en la ruta hacia la estabilización comercial.
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