El presidente de la Comisión Nacional de Arbitraje no da respuestas claras sobre el VAR y evita hablar de sanciones o transparencia en las calificaciones arbitrales.
- Imagen de archivo de Néstor Pitana, presidente de la Comisión Nacional de Arbitraje de Ecuador.
El arbitraje ecuatoriano está en crisis. Eso ya lo sabíamos. Lo que no conocíamos —y lo que ahora nos sorprende— es que en momentos clave de los partidos, las cámaras del VAR están apuntando a la hinchada y no a la jugada.
¿En serio? Esa es la gran revelación que nos trae Néstor Pitana, presidente de la Comisión Nacional de Arbitraje (CNA), tras semanas de fallos groseros y reclamos públicos de jugadores, técnicos y dirigentes. ¿Y las responsabilidades?
Más allá del asombro que genera saber que el VAR está más pendiente de los aplausos que de los penales, la entrevista que dio Pitana a Diario Extra nos deja con más preguntas que respuestas.
¿Quién controla a los que manejan esas cámaras? ¿Por qué no funcionan cuando más se las necesita? ¿Por qué no hay consecuencias visibles para quienes se equivocan con tanta frecuencia?
Sí, es positivo que Pitana reconozca errores de criterio y fallas técnicas. Pero eso no basta. No es suficiente culpar a un mal ángulo o a una desconexión entre la cabina y el campo.
La CNA, que está bajo el mando directo de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), tiene responsabilidades que no se pueden diluir en una lista de intenciones ni en futuras reuniones con el proveedor del servicio.

Que las cámaras del VAR no apunten a la jugada es grave. Pero que nadie asuma esa negligencia es aún peor.
Y es que el problema no es solo técnico. Es estructural. Es de gestión. Es de impunidad. El silencio sobre las calificaciones arbitrales sigue siendo el mayor síntoma de opacidad. ¿Quién sanciona? ¿Con qué criterios? ¿Por qué árbitros que cometen errores groseros siguen dirigiendo la semana siguiente?
Entonces, tuvo razón Omar Ponce cuando hace unas semanas lanzó un bombazo al afirmar que hay serios problemas con el VAR en Ecuador. El exárbitro internacional reveló que algunos jueces le han confesado que "han tirado chueca la línea del fuera de juego”.
Ahora, con las declaraciones de Pitana y las cámaras enfocadas en la hinchada mientras ocurren jugadas polémicas, ese bombazo de Omar Ponce se siente como una advertencia que la FEF ha ignorado.
El caso de Yerson Zambrano en el Independiente del Valle vs. Barcelona SC es apenas uno de varios en la fecha 19, donde también se cuestionó a Gabriel González y Lenin Quiñónez.
Recién, ante el escándalo, decidieron no ponerlos en la nueva jornada que se avecina, pero nadie desde la Comisión —salvo Pitana con su frase para el meme: “las cámaras están enfocadas en la hinchada”— ha exigido rendición de cuentas, al menos no públicamente.
El fútbol ecuatoriano merece más. El VAR no es solo una herramienta, es una promesa de justicia que se está rompiendo cada fin de semana. Urge una auditoría técnica, sí. Pero también urge una limpieza ética. Que se publiquen las calificaciones. Que se sancione con firmeza. Que se capacite de verdad. Y que los que están al frente —como Pitana— no solo hablen... sino que hagan.
Porque hablar del VAR sin hablar de transparencia, es solo una pantalla más.
Recomendadas