¿Cuáles son los principales síntomas de la variante Frankenstein del Covid-19?

La subvariante XFC de Ómicron, conocida popularmente como “Frankenstein”, se ha convertido en la cepa dominante del COVID-19 en el mundo. Detectada por primera vez en enero en Asia, esta mutación refleja la capacidad del virus para seguir evolucionando y adaptándose a nuevos contextos sanitarios.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la XFC representa actualmente el 60% de los casos globales. Su rasgo distintivo es la ronquera que provoca en quienes se contagian, un síntoma que ha cobrado relevancia en un momento en que los testeos masivos son cada vez menos frecuentes y los diagnósticos dependen, en gran medida, de la observación clínica.

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En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública (MSP) confirmó la detección de los primeros casos de la variante XFG del virus SARS-CoV-2, identificada como de bajo riesgo para la salud pública. El hallazgo fue posible gracias al análisis de vigilancia genómica realizado por el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI). Sin embargo, las autoridades advierten que los hospitales del país han registrado un aumento de hasta el 40% en enfermedades respiratorias, atribuible en parte a un rebrote de COVID-19 asociado a esta nueva variante.

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Su principal particularidad radica en el perfil de síntomas que provoca, en especial la disfonía o ronquera, que permite a los médicos identificar posibles contagios incluso sin pruebas de laboratorio. Este signo clínico, que afecta temporalmente la voz, puede confundirse con alergias estacionales propias de la primavera, aunque los especialistas advierten que la atrofia vocal causada por el virus tiene rasgos distintos a la irritación provocada por el polen. Además, la XFG conserva los cuadros respiratorios altos característicos de Ómicron, acompañados por congestión nasal, dolor de cabeza y fiebre leve.

Pese a su alta transmisibilidad, los expertos aseguran que no existen indicios de que la variante Frankenstein genere una enfermedad más grave que las versiones previas del virus. Los reportes médicos coinciden en que los síntomas generales, fiebre, tos, dificultad respiratoria y fatiga, se mantienen similares a los de infecciones anteriores de COVID-19.