07 dic 2025 , 07:00

Cuando el cuerpo habla: así se manifiestan las emociones que reprimes

Reprimir lo que sientes no solo afecta tu mente. También puede causar dolores físicos, problemas digestivos y fatiga. Te explicamos qué ocurre en tu cuerpo y cómo proteger tu salud.

   

¿Alguna vez te ha dolido el estómago antes de una situación difícil? ¿O has sentido un nudo en la garganta cuando intentas callar algo que te incomoda? No es casualidad.

La ciencia ha demostrado que las emociones reprimidas, lo que comúnmente llamamos “tragar emociones”, pueden activar respuestas fisiológicas que afectan directamente al cuerpo. Desde dolores musculares crónicos hasta problemas digestivos o dificultades para dormir, el cuerpo encuentra formas de manifestar lo que la mente intenta ocultar.

En Hablemos de Salud, revisamos lo que dicen las investigaciones científicas y te explicamos cómo estas emociones atrapadas pueden convertirse en síntomas físicos y qué puedes hacer para evitarlo.

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¿Qué significa realmente tragar emociones?

Reprimir emociones no es simplemente estar en silencio. Implica un proceso psicológico llamado supresión emocional, donde la persona bloquea conscientemente sentimientos incómodos para evitar conflicto, vergüenza o vulnerabilidad.

Estudios publicados en Psychological Science y Journal of Personality and Social Psychology muestran que este mecanismo exige un esfuerzo cognitivo elevado y activa respuestas biológicas de estrés sostenido.

Es decir: el cuerpo “hace el trabajo pesado” cuando reprimimos lo que sentimos.

Qué ocurre en el organismo cuando reprimes emociones

Las investigaciones señalan varios procesos clave:

1. Activación constante del sistema de estrés

La supresión emocional activa el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HPA), elevando niveles de cortisol. Estudios de la Universidad de Texas y Stanford confirman que esto genera:

  • mayor tensión muscular
  • aumento de la frecuencia cardíaca
  • inflamación sistémica
  • alteraciones en la presión arterial
  • 2. Efectos en el sistema inmune

    Según investigaciones publicadas en PNAS y Brain, Behavior, and Immunity, reprimir emociones reduce la respuesta inmunológica, lo que hace al cuerpo más vulnerable a infecciones.

    3. Cambios en el sistema digestivo

    Las emociones reprimidas afectan al eje cerebro–intestino, alterando funciones como:

  • digestión
  • motilidad intestinal
  • producción de ácido gástrico
  • Esto puede manifestarse como gastritis, intestino irritable o malestar estomacal.

    4. Tensión muscular y dolor crónico

    El cuerpo puede “guardar” emociones en forma de contracción muscular persistente. La American Psychological Association (APA) señala que esto contribuye a:

  • dolor de espalda
  • cuello rígido
  • migrañas
  • bruxismo
  • Mujer llorando cubriendo con su mano la boca con sonrisa
    Mujer llorando cubriendo con su mano la boca con sonrisa ( )

    ¿Qué es la somatización y por qué ocurre?

    La somatización es el proceso mediante el cual el cuerpo expresa a través de síntomas físicos un malestar emocional o psicológico que no ha sido identificado o procesado adecuadamente.

    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la American Psychiatric Association, las personas que somatizan no “inventan” el dolor: los síntomas son reales, medibles y pueden afectar seriamente la calidad de vida.

    Cuando una emoción no se expresa —como miedo, tristeza, enojo o estrés crónico—, el organismo busca otra vía para manifestarla. Esa vía suele ser el cuerpo.

    Síntomas físicos comunes de reprimir emociones

  • Dolor de cabeza o migrañas
  • Tensión en cuello, hombros o mandíbula
  • Malestar o dolor estomacal
  • Problemas para dormir
  • Fatiga constante
  • Taquicardias o sensación de presión en el pecho
  • Problemas digestivos
  • Irritabilidad o hipersensibilidad
  • Sensación de nudo en la garganta
  • Estos síntomas no aparecen “solo en tu mente”: tienen bases fisiológicas reales documentadas por la neurociencia y la psiconeuroinmunología.

    Tragar emociones no te hace más fuerte; te sobrecarga. Lo que callas, tu cuerpo lo expresa. Dolor físico, malestar digestivo, cansancio y tensión son señales reales de emociones que necesitan salir.

    Reconocer lo que sientes, expresarlo de forma saludable y buscar apoyo cuando lo necesitas no es debilidad: es una forma de proteger tu salud.

    El cuerpo habla... y escucharlo a tiempo puede marcar la diferencia entre vivir en tensión o recuperar el bienestar.

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