Starbucks es condenada a pagar 25 millones de dólares a una exempleada blanca por discriminación racial

La cadena internacional de cafeterías Starbucks ha sido condenada a pagar a una exempleada blanca 25.6 millones de dólares en un caso de discriminación racial, en Estados Unidos.

Un jurado dictaminó que la raza fue un factor en el despido de Shannon Phillips, exgerente regional, porque se violaron leyes contra la discriminación. Su salida de la empresa se produjo por una controversia del 2018, en donde Starbucks enfrentó acusaciones de racismo, protestas y amenazas de boicot.

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En aquella ocasión, dos hombres negros entraron a un local de la cadena en la ciudad de Filadelfia, indicando que esperaban a una tercera persona para una reunión de negocios.

Uno de ellos pidió usar el baño, pero los empleados rechazaron su pedido y señalaron que los baños eran solo para clientes que pagaban, según las políticas de la compañía.

En un momento dado, se les pidió que se fueran del local, pero se negaron, y uno de los empleados llamó a la policía, quienes los esposaron y los escoltaron fuera de la cafetería.

Sus arrestos fueron capturados en video y compartidos en línea, lo que provocó protestas. En respuesta a esto, Starbucks cerró todas sus 8,000 tiendas en los Estados Unidos por un día para realizar capacitación contra los prejuicios para los trabajadores.

Shannon Phillips señaló que, alrededor de ese tiempo, sus superiores le ordenaron suspender a un gerente de distrito de raza blanca que supervisaba las tiendas alrededor de Filadelfia, aunque dijo que él no estaba directamente involucrado y no supervisaba la tienda donde ocurrió el incidente.

Ella negó que aquel gerente estuviera involucrado, dijo que no tenía ninguna razón para suspenderlo, y dijo que la tienda en cuestión fue supervisada por un gerente de distrito de raza negra que no enfrentaba medidas disciplinarias, dijo en la demanda, según recoge Business Insider.

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Aproximadamente un año después de rechazar aplicar alguna medida por el incidente, Phillips afirmó que fue despedida y solo le dijeron que su situación "no era recuperable", a pesar de recibir una bonificación el mes anterior y su superior estuvo de acuerdo en que todavía estaba haciendo un trabajo "excepcional".

La compañía negó en documentos judiciales que la raza de Phillips tuviera algo que ver con su despido, y aseguró que ella no pudo hacer su trabajo y comprender cuán grave era la situación, ya que Starbucks enfrentaba intensas críticas.

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Los abogados de Phillips argumentaron que la alta gerencia de Starbucks estaba "buscando un 'chivo expiatorio' que puedan despedir, para demostrar que se estaban tomando medidas".