Hallan en la Antártida los restos de un investigador británico desaparecido hace 66 años

El hallazgo comenzó en enero de 2025, cuando un grupo de trabajadores de la estación antártica polaca encontró más de 200 objetos personales en una zona de rocas expuesta por el deshielo del glaciar Ecology, en la isla King George. Entre los artículos había un reloj de pulsera, una linterna, bastones de esquí y la boquilla de una pipa. Poco después, un segundo rastreo permitió localizar restos óseos que resultaron determinantes para esclarecer una desaparición ocurrida en 1959.

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Las pruebas realizadas en laboratorios de las Islas Malvinas y del King’s College de Londres confirmaron que los restos correspondían a Dennis Bell, un investigador británico que trabajaba como meteorólogo en una base científica. Tenía 25 años cuando cayó en una grieta durante una expedición en el glaciar, mientras avanzaba junto a otros tres colegas con trineos y perros. A pesar de los intentos de rescate, las condiciones extremas de la tormenta de nieve hicieron imposible salvarlo.

El hallazgo pone fin a más de seis décadas de incertidumbre para la familia del científico, que ahora pudo identificarlo gracias a la coincidencia genética con sus hermanos. La noticia fue confirmada por el organismo British Antarctic Survey, encargado de coordinar actualmente las investigaciones en la región.

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Según datos del British Antarctic Monument Trust, desde 1944 al menos 29 personas han perdido la vida en tareas científicas en la Antártida. Entre ellas figuran tres investigadores británicos que fallecieron en 1958 tras la fractura del hielo marino, cuyos cuerpos nunca fueron recuperados. El caso de Dennis Bell se convierte así en una de las pocas historias en las que la ciencia permitió recuperar los restos de un explorador desaparecido en el continente blanco.