
La captación de agua de vertientes naturales del sur de Quito y el abastecimiento mediante tanqueros han permitido cubrir parte de la demanda ciudadana, mientras avanza la reparación de la tubería en La Mica. Sin embargo, las autoridades municipales insistieron en la necesidad de manipular y almacenar el líquido correctamente para evitar riesgos en la salud.
Carlos Carvajal, director de la Unidad Metropolitana de Salud Centro, alertó el 14 de julio sobre el uso del líquido que llega de ojos de agua debido a que "no es apta para el consumo humano". Explicó que esta no debe beberse, ya que no ha pasado por un proceso completo de tratamiento que garantice la eliminación de bacterias y otros agentes contaminantes.
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