LGBTIQ+ Ecuador 2023: las personas trans tienen problemas para acceder a servicios de salud

La comunidad LGBTIQ+ lucha con el estigma de la sociedad en casi todos los ámbitos. Recibir atención médica no es una excepción y en muchos casos empeora para personas transgénero.

Martín es un hombre trans que hizo la transición cuando tenía 18 años, es decir, se sometió a un tratamiento hormonal para cambiar de acuerdo con su identidad de género.

Él tuvo la ventaja de contar con el apoyo de su madre, pero recuerda que cuando era adolescente la primera opción que consideró fue automedicarse. Ya cuando cumplió la mayoría de edad, su mamá le llevó donde un endocrinólogo para aplicar el tratamiento.

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Recuerda que acudió a al menos tres especialistas. Dos de ellos no realizaban ese tipo de procedimientos y el tercero era poco explicativo, pero dejó claro los riesgos que implica: problemas de fertilidad, aumento de peso, acné, entre otros.

Antes y durante el tratamiento se realizó una serie de exámenes y periódicamente acude para controlar sus niveles hormonales. Todavía no ha decidido realizarse cirugías plásticas para completar su transición, dice que se siente bien como está y que ya habrá su momento.

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El caso de Martín es una excepción, cuenta que la mayoría de sus amigos no han tenido ni los recursos ni la suerte de contar con el apoyo de algún familiar para su transición; incluso, muchos han terminado en clínicas clandestinas.

La ciencia y el mundo de la medicina cada vez ve más la necesidad de brindar atención integral a personas transgénero. En España, por ejemplo, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ofrece a los doctores cursos de Experto en Medicina Transgénero.

La organización internacional Endocrine Society también promueve investigaciones relacionadas con la salud de la comunidad. Por ejemplo, el pasado 9 de mayo, publicaron el artículo científico: Rigidez arterial en hombres trans que usan testosterona.

Una perspectiva integral para las personas trans todavía es una utopía en Ecuador. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) hizo la primera y única investigación de las personas miembros de la comunidad LGBTIQ+, en 2013, y determinó que el 58% de los encuestados no tenían acceso a seguro de salud ni social ni privado.

Con base en esa realidad, en 2019, en Quito se abrió el primer Centro Psico Trans del país. En un inicio, el objetivo de este lugar era brindar atención psicológica a personas que estuvieron en centros clandestinos de deshomosexualización.

Sin embargo, con el tiempo, ofrecieron otros servicios. Por ejemplo, detección y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual.

En noviembre de 2022 la Asociación Silueta X abrió en el centro el banco de hormonas para transfemeninas y transmasculinos, para que accedan gratuitamente al proceso hormonal. El objetivo es que personas en condiciones de vulnerabilidad, migrantes o que no tengan recursos económicos, puedan continuar un tratamiento vigilado.

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Zack Elias, director del Centro Psico Trans, explica que al acudir a centros de salud públicos lo más probable es que sean víctimas de discriminación y que la atención privada resulta muy costosa, más aún cuando las personas trans tienen limitadas posibilidades de conseguir un trabajo adecuado.