
El último reporte de la Organización Mundial de la Salud señala que más de 15 mil personas murieron por algún tipo de cáncer en Ecuador.
El diagnóstico más frecuente es el cáncer de mama, afección que padecen principalmente las mujeres, pese a ser una enfermedad con altas probabilidades de curación si es detectada a tiempo. Sin embargo, esto ocurre de forma deficiente en Ecuador, al igual que la prevención por este tipo de tumores.
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Este panorama es parte de la crisis que vive el sistema sanitario del país, con problemas para el abastecimiento de medicina, atenciones limitadas en los hospitales y un manejo poco efectivo de los recursos para las unidades de salud.
En este reportaje conoceremos las historias de varias mujeres que nos cuentan cómo el cáncer parece ser una enfermedad sin espacio en la agenda política de las autoridades.
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En Gualaceo, cantón en la provincia de Azuay, en el sur de Ecuador, nos encontramos con Rocío Arízaga, de 42 años, y una historia que sorprende. Ella es paciente de cáncer por segunda vez en su vida. Hace algunos años recibió un diagnóstico por cáncer de tiroides que luego superó, pero en 2022, la enfermedad se volvió a presentar de otra forma.
Con lagrimas en los ojos, Rocío nos cuenta que año a año se ha realizado exámenes de control precisamente por lo que tuvo que vivir en el pasado, "en junio noté un bulto que no era nada normal (...) el medico me dijo que tengo cáncer. Fue duro (...) otro cáncer más ¡No, otra vez no!”
Rocío Arízaga tiene dos hijos, no posee seguro privado y tampoco está afiliada al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), por lo que llevar los costos de la enfermedad ha sido complejo, “al menos he gastado unos 15 mil dólares y he tenido que hacer créditos para salvar mi vida", afirma.
A los pacientes con cáncer en esta parte del país, cuando llegan a hospitales públicos, son derivados hasta la ciudad de Cuenca, a unos 35 kilómetros de distancia de Gualaceo.
Ahí existe Solca, una institución que a escala nacional se ha constituido en uno de los principales centros de prevención, diagnóstico, tratamiento y paliación de cáncer en Ecuador con al menos seis centros de atención en el país.
Hasta sus hospitales acuden pacientes de todas partes, y en Cuenca más de 180 mil personas fueron atendidas hasta octubre de 2022.
Solca realiza exámenes, tratamientos como quimioterapia o radioterapia, además de cirugías oncológicas y lo hace, entre otros ingresos, a través de recursos que deberían ser regresados por el Estado cuando atiende a quienes son derivados del sistema de salud pública, pero actualmente solo al hospital de Cuenca, el IESS les adeuda más de 7 millones de dólares hasta septiembre de 2022.
Raúl Alvarado es director de la institución en esa ciudad y explica que ese incumplimiento se convierte en una cadena de problemas que la entidad debe asumir mientras atiende a cientos de pacientes con la infraestructura que tratan de mantener a pesar de la falta de recursos.
El director de Solca en Cuenca, explica que los equipos necesitan mantenimiento permanente y que si no se lo hace, la situación se complica más.
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