Guayaquil: cinco muertos por arma de fuego en menos de 12 horas

Guayaquil vivió una de sus jornadas más violentas el pasado 19 de septiembre, cuando al menos cinco personas fueron asesinadas en cuatro sectores distintos de la ciudad. Los hechos, según los informes policiales, están vinculados a enfrentamientos entre grupos delincuenciales organizados (GDO), disputas territoriales y amenazas.

El primer hecho se registró cerca del mediodía, en el sector de Bastión Norte, distrito Pascuales, donde fueron hallados los cuerpos de Yordy Jeremías Pincay Muñoz, de 20 años, y otra persona no identificada. Ambos fueron atacados con proyectiles de arma de fuego mientras se movilizaban en una tricimoto. La Policía recogió cinco vainas percutidas y una bala deformada en la escena.

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Según versiones de moradores que prefirieron mantenerse en el anonimato, el sector estaría en medio de una disputa entre los GDO Las Águilas y Los Lobos, liderados por alias Kiko y Calvito, respectivamente.

A las 19:05, en el sector del Fortín, distrito Nueva Prosperina, se reportó el asesinato de un hombre de aproximadamente 30 años. La víctima, cuya identidad aún no ha sido confirmada, fue hallada con impactos de bala en la cabeza. En el lugar se levantaron seis vainas calibre 9 mm. El crimen aún no tiene una motivación clara, aunque se relaciona con violencia comunitaria y amenazas previas.

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A las 19:30, otro hecho violento se produjo en el barrio Nuevo Amanecer, en Posorja, donde fue asesinado un hombre no identificado. Según testigos, fue interceptado por varios sujetos en motocicleta que le dispararon en plena vía pública. En el sitio se encontraron 10 vainas percutidas, y testigos aseguran que la víctima no era conocida en el sector.

El último caso de la jornada ocurrió a las 23:05 en la cooperativa 12 de octubre, en Mapasingue. La víctima fue identificada como Jeremi Saúl Palma Rivera, de 23 años. De acuerdo con testigos y familiares, fue interceptado por un vehículo negro sin placas, desde donde descendieron los sicarios que le dispararon múltiples veces.

Moradores relataron que Palma Rivera fue llevado hasta el sitio donde finalmente fue ejecutado. En la escena se recogieron nueve vainas percutidas, un cartucho y una bala deformada.

Todos los casos están bajo investigación de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (DINASED). Ninguno de los crímenes ha sido resuelto hasta el momento y se desconoce la identidad de los autores. Las autoridades confirmaron la movilización de unidades especializadas y el levantamiento de cámaras de videovigilancia como parte del proceso investigativo.

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Estos hechos se suman a una preocupante ola de violencia que afecta a Guayaquil, donde la lucha por el control territorial entre bandas delictivas ha dejado cientos de víctimas en los últimos meses. Los asesinatos por encargo, comúnmente conocidos como sicariatos, se han convertido en una de las principales formas de ajuste de cuentas entre estas organizaciones criminales.