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Los espacios verdes y montañas convierten al sur de la capital en uno de sus principales pulmones
El sur de Quito es un pulmón verde que respira vida. Es el sur que está detrás de la Virgen del Panecillo y custodiado por gigantescos guardianes naturales. Este territorio se distingue por su biodiversidad, sus recursos hídricos y sus espacios de cultivo, que no solo protegen el medio ambiente, sino que también mejoran la calidad de vida de sus habitantes.
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En pleno corazón de esta zona está uno de los viveros más emblemáticos dedicado a la producción y distribución de plantas que abastecen a toda la ciudad.
"Aquí se producen cerca de 15 mil plantas, que se suman a las de otros viveros para alcanzar alrededor de 100 mil plantas que se siembran cada año en la ciudad." Encargado del vivero parque de Las Cuadras.
La distribución de estas plantas no solo genera espacios más verdes y agradables, sino que también mitiga el impacto del cambio climático y mejora la calidad del aire. En el Atacazo protegen el agua y el suelo, mantienen su producción agrícola y hay más iniciativas similares en esta zona populosa de la ciudad.
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El Atacazo, ubicado en la cordillera Occidental, es una fuente vital de agua, un recurso esencial tanto para las comunidades cercanas como para el ecosistema.
En unos meses, la producción de arándanos y papas proveerá sustento para sus familias; a cambio, ellos conservan el entorno, evitan la degradación del territorio y fomentan la conservación de la biodiversidad. Son esas cosas que guarda el sur y que muchos desconocen.
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