La belleza de la capital contrasta con los problemas que tienen los quiteños para movilizarse
Los tiempos de traslado en hora pico en Quito han aumentado trayectos pueden tardar en 15 y 20 minutos más.
Recorrer Quito es cada vez más complicado, especialmente en horas pico. Esto ocurre, por ejemplo, en el redondel del Ciclista, uno de los accesos al centro-norte de la ciudad desde el valle de Cumbayá. Los vehículos avanzan lentamente y, al llegar a la Granados, la situación no mejora mucho.
Algo similar ocurre en la autopista General Rumiñahui, rumbo al Trébol, desde donde se distribuyen por la ciudad quienes llegan del valle de Los Chillos.
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En el norte, la avenida Occidental, prevista originalmente como una vía de descongestión, ya no cumple esa función. Se registran problemas de tráfico a la altura de El Condado, especialmente en la subida hacia la Roldós y en la entrada a Cotocollao.
Más adelante, para poder pasar por San Carlos, a pesar del paso deprimido, los vehículos se mueven lentamente, y lo mismo ocurre hasta el Pinar Alto, donde un semáforo detiene el flujo en ambos sentidos, desde que inició la construcción del intercambiador en la Mariana de Jesús, el tráfico en ese sector se complicó aún más.
En el sur, con imágenes del 1 de diciembre, en Guajaló se observa cierta fluidez, aunque conductores y peatones reconocen que en horas pico se generan trancones. Las mayores dificultades se presentan en la Morán Valverde, en dirección hacia Chillogallo.
La velocidad promedio en horas pico cae a 22 kilómetros por hora. Según el Observatorio de Movilidad de Quito, el viaje promedio de un quiteño que antes era de entre 25 y 35 minutos pasó a durar entre 40 y 45 minutos. La velocidad promedio en horas pico llega a los 22 kilómetros por hora.
La situación se complica si se toma en cuenta que solo el 20% de los quiteños tiene vehículo y que estos se usan, en promedio, entre 1,2 y 1,4 personas por automotor, al punto de que el espacio que siete personas ocupan en la vía con sus autos es el mismo que podría ocupar un bus para 90 pasajeros.
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Reestructurar el transporte antes que construir más obras. El incremento del parque automotor es del 5 % anual. Un informe de Calidad de Vida de Quito indicaba que, en 2024, la ciudad superó los 600 mil vehículos, entre los matriculados en la capital y los provenientes de otros cantones.
Según los expertos, la solución más que en nuevas obras está en la reestructuración del transporte, sus rutas y sus sistemas de cobro, para que sea ágil, efectivo y digno, y así recupere la confianza de los quiteños.
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