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El Municipio de Quito y el Gobierno llevan al ámbito político la crisis por falta de agua potable en la capital
Mientras el ejecutivo acusa a la Alcaldía de inacción, desde el cabildo, el Alcalde responde señalando una politización de la tragedia.
Seis días después del deslave que dejó sin agua a más de 400 mil quiteños en el sur. El gobierno convirtió la crisis en un campo de batalla y al Municipio de Quito en su blanco. La disputa empezó el viernes.
La ministra del Ambiente, María Luisa Cruz, encabezó la avanzada, colocó tanques en barrios afectados y llevó tanqueros para repartir agua, acompañó estas acciones con un discurso crítico al Municipio de Quito.
“Ante la inoperancia del Municipio de Quito, el gobierno nacional ha actuado de manera inmediata para garantizar el derecho al agua a la población”.
El gobierno amplifica este discurso, no dice que la causa del desastre fue un fenómeno natural y centra la responsabilidad en el Municipio; incapaz a sus ojos de entregar agua a los afectados, así lo indica Carolina Jaramillo, vocera.
“El gobierno nacional llegó con provisiones de agua a los barrios, donde lamentablemente el Municipio no ha podido llegar, siendo esta su competencia directa; pero sin duda es de conocimiento público, el Municipio no pudo dar una respuesta oportuna a la ciudadanía”.
El alcalde, Pabel Muñoz, recogió el guante y lo devolvió: recordó que lo mismo ha sucedido con tres roturas del oleoducto por deslaves que tienen al país en una crisis petrolera y cuya solución es responsabilidad del gobierno.
“Los que están enfocados en hacer algo de politiquería sobre el tema, desde que se toman fotos porque cogen una manguera hasta que buscan incidental este evento. La ciudadanía lo tiene claro, a nosotros no nos están viendo en redes sociales, a nosotros nos están viendo en territorio”.
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Muñoz ha dicho que ni siquiera lo han llamado a preguntar por el número de tanqueros que necesita. Y asegura que se entera de lo que hace el gobierno por redes sociales, como una visita de la Vicepresidenta al sitio del desastre.
“He pedido que los trabajadores suspendan un ratito su trabajo para que les atiendan, contesten sus preguntas, brindarles cafecito, a los que les pueda dar soroche, agüita de sunfo, también para que puedan hacer su cobertura, conocer lo que está pasando en el sitio y nosotros colaborar con ello”.
El gobierno han decidido abordar la crisis por fuera del Municipio e incluso dijo que iba a instalar plantas potabilizadoras en el sur. Los dos no coordinan pese a que la ley de gestión de riesgos les obliga a hacerlo en caso de desastre.
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