Volcán Cotopaxi: ¿estamos listos para una emergencia?

El volcán Cotopaxi vuelve a tener actividad luego de siete años en aparente calma. El Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias decretó alerta amarilla como una medida preventiva, lo que implica la preparación de la población ante una eventual emergencia.

Con esa medida, los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) cantonales y provinciales de Cotopaxi, Pichincha y Napo, zona de influencia del volcán, deben actualizar los planes de contingencia con el fin de disminuir y mitigar los riesgos.

La prioridad al momento de gestionar los planes son las poblaciones que se ubican cercanas a los ríos. Los Comités de Operaciones de Emergencia en cada nivel deben evaluar la probable ruta de los lahares y marcar las rutas de evacuación.

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Los planes de emergencia ya se trazaron cuando el volcán Cotopaxi se despertó en 2015. En abril de ese año se observó un incremento en la actividad sísmica, y para mayo ya se registraron emisiones de dióxido de azufre. En junio apareció actividad interna y externa con tremor.

Ya para agosto de 2015, el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) observó la aparición de una laguna color verdosa que advertía de posibles explosiones. El 14 de agosto hubo cuatro explosiones pequeñas que provocó la caída de ceniza en Jambeli, Machachi, Pedregal, Boliche, Aloag, Tambillo y Amaguaña.

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Desde ese momento, hasta noviembre, la emisión de ceniza fue continua, incluso en ciudades de la Costa como Quevedo, Portoviejo o Bahía de Caráquez. También se registraron lahares o flujos de escombros secundarios que perjudicaron a algunas poblaciones de la provincia que lleva el mismo nombre.

En ese entonces, las familias adoptaron ciertas medidas, como colocar cinta adhesiva en las ventanas en forma de cruz por la creencia de que eso impediría que se rompan al momento de la erupción; también se pusieron barreras de plástico transparente en las entradas de los negocios para impedir que ingrese la ceniza.

A nivel cantonal, los GAD en 2015 marcaron las rutas de evacuación y rotularon las zonas de riesgo o puntos de encuentro.El alcalde de Latacunga, Byron Cárdenas, cuenta que como parte de la actualización del plan de contingencia, se está estudiando si las señaléticas que estaban vigentes todavía funcionan; caso contrario procederán a reubicarlas o reemplazarlas.

En ese cantón, según Cárdenas, se trabajaba en un plan de seguridad que incluía eventos naturales de este tipo desde hace un mes y estaría por completarse. Indica que hay 25 brigadas barriales capacitadas por posibles erupciones.

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En el cantón Rumiñahui se realizó el mantenimiento del cuarto de control del sistema de alerta temprana que tiene el objetivo de avisar en caso de que haya un cambio en el volcán. Para confirmar su operatividad, las alarmas suenan desde el 2015, todos los días, a las 10:00 y a las 15:00.

A raíz del evento de 2015, el Instituto Geofísico, a cargo del monitoreo del volcán, también se renovó. Hubo mejoramiento y mantenimiento de la red de monitoreo del volcán Cotopaxi, así como la investigación científica.

La actividad del 21 de octubre de 2022 es el mayor reporte desde el proceso eruptivo de 2015, sin embargo las autoridades insisten que en alerta amarilla no hay que alarmarse, únicamente alistarse.

Hay otros volcanes que también tienen un nivel de alerta. El Reventador está en naranja, y los volcanes Sangay, Chiles-Cerro Negro y Sierra Negra también permanecen en amarilla.