Imbabura, Chimborazo y Guayas, las más golpeadas por incendios forestales este 2025

El inicio de la temporada seca en Ecuador ha traído consigo un aumento en los incendios forestales. Según la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), hasta el momento se han registrado 436 emergencias de este tipo, con un saldo de más de 2 000 hectáreas de cobertura vegetal consumidas en 18 provincias.

Los especialistas advierten que la combinación de altas temperaturas diurnas (superiores a 30 grados), fuertes ráfagas de viento y baja humedad convierte a la vegetación en un combustible altamente inflamable. Estas condiciones estuvieron presentes durante el incendio de alarma 3 reportado la tarde del martes 19 de agosto en el cerro Colorado, en el norte de Guayaquil, según informó el Cuerpo de Bomberos.

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El mayor Carlos Salazar, jefe de la Dirección Forestal de esa entidad, explicó que durante la época seca la frecuencia de incendios aumenta de forma considerable. “Al mediodía hay ráfagas que entran desde el río y la vegetación ya está deshidratada. Tenemos hasta 14 emergencias diarias por incendios forestales”, señaló.

Un día después del siniestro en el cerro Colorado, brigadas del Cuerpo de Bomberos regresaron a la zona cero para inspeccionar puntos calientes, remover arbustos y cortar ramas secas. El fuego consumió 3,4 hectáreas de vegetación, equivalentes a entre cuatro y cinco canchas de fútbol. En el área se rescataron reptiles, aves y nidos afectados por las llamas, y todavía se percibía un fuerte olor a quemado.

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Las provincias con mayor afectación hasta la fecha son Imbabura, con 40 incendios y 1 142 hectáreas arrasadas; Chimborazo, con 38 incendios y 344 hectáreas quemadas; Loja, con 14 siniestros y 139 hectáreas; Guayas, con 127 incendios y 133 hectáreas; y Pichincha, con 98 incendios y 98 hectáreas afectadas.

La SNGR confirmó además que, al momento, dos incendios forestales permanecen activos en el país, mientras brigadas de bomberos, militares y voluntarios trabajan en las labores de sofocación.

El impacto ambiental es uno de los puntos de mayor preocupación, pues estos incendios no solo destruyen cobertura vegetal, sino que también alteran el hábitat de especies de fauna silvestre y generan contaminación del aire en zonas pobladas.