Tensión y llamados a la paz marcan la segunda jornada de la ONU

En su segundo día de sesiones, la Asamblea General de las Naciones Unidas, ONU, continúa en Nueva York con la participación de jefes de Estado y altos representantes de los 193 países miembros y regiones, quienes exponen ante la comunidad internacional los principales desafíos que enfrenta actualmente el sistema multilateral.

Aunque la Asamblea recomienda intervenciones de hasta 15 minutos, a lo largo de la historia varios discursos han superado con creces ese tiempo. En 1960, Fidel Castro habló durante más de cuatro horas y en 2009 el entonces líder libio Muammar Gaddafi se extendió por más de hora y media.

El tema central de esta edición es: Mejor juntos: 80 años y más por la paz, el desarrollo y los derechos humanos. No obstante, la práctica común entre los mandatarios es citar el lema antes de enfocar sus discursos en los asuntos coyunturales de sus países y regiones.

En la segunda jornada de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el rey Felipe VI abrió su discurso con una dura crítica al Gobierno de Israel por sus acciones en Gaza. El monarca calificó de masacre los ataques en la Franja y pidió su fin inmediato.

“Nos cuesta tanto comprender lo que el gobierno israelí está haciendo en la Franja de Gaza. Por eso clamamos, imploramos, exigimos: detengan ya esta masacre. No más muertes en nombre de un pueblo tan sabio y tan antiguo, que tanto ha sufrido a lo largo de la historia”, declaró Felipe VI. Agregó que se trata de actos aberrantes que repugnan a la conciencia humana.

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Tras la intervención del rey, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, tomó la palabra para recordar que la paz en su país depende de la comunidad internacional. Su discurso se produjo un día después de que Donald Trump asegurara que Ucrania podría recuperar todo su territorio.

“Contamos con Estados Unidos, pero al final la paz depende de todos, depende de la ONU. Hablen y condenen a Rusia”, afirmó Zelenski, quien advirtió que “las armas deciden quién sobrevive” frente a lo que calificó como la debilidad de las instituciones internacionales.

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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, intervino este miércoles ante el plenario de la Asamblea General de la ONU, donde advirtió sobre la necesidad de frenar cuanto antes la ofensiva rusa.

“Detener a Putin ahora es más barato que tener que proteger cada puerto, cada barco de los terroristas”, afirmó el mandatario. Señaló que no existe un alto el fuego porque Rusia no quiere y denunció que, aunque se ha logrado recuperar a algunos niños ucranianos secuestrados, faltan muchos.

Zelenski comparó la situación con la de Israel, recordando que más de dos años, y los rehenes aún no han sido liberados.

El líder ucraniano también destacó la muy buena reunión que mantuvo el martes con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, insistió en que el futuro de la paz en su país no depende solo de Estados Unidos “Contamos con Estados Unidos, pero al final la paz depende de todos, depende de la ONU. Hablen y condenen a Rusia”.

Además de que lanzó en la ONU un fuerte mensaje en cuestionar la eficacia de las instituciones internacionales frente a los conflictos armados.

“Frente a unas instituciones débiles, las armas deciden quién sobrevive”, afirmó el mandatario, quien lamentó que su país se vea obligado a reforzar su capacidad militar para resistir la ofensiva rusa. “Es terrible, pero sin ellas las cosas serían aún peores”, agregó.

Zelenski cuestionó qué pueden esperar países como Sudán, Somalia o Palestina de un sistema global que, a su juicio, no ha sabido detener las guerras. También mencionó la situación en Gaza como ejemplo de la ineficacia internacional.

“La seguridad hoy depende de alianzas sólidas, socios fuertes y nuestras propias armas”, defendió el presidente ucraniano. Asimismo, recalcó que no existe un alto el fuego porque Moscú no quiere y cerró su intervención con un llamado a la acción: “No permanezcan en silencio mientras Rusia mantiene esta guerra”.

El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, aseguró este miércoles ante la Asamblea General de la ONU que su país no busca crear una bomba nuclear, ni jamás lo ha hecho, en alusión a las acusaciones sobre las ambiciones atómicas de Teherán.

Sus declaraciones se producen a pocos días de que expiren, el 27 de septiembre, las sanciones impuestas por potencias europeas al programa nuclear iraní. Según explicó, estas naciones han ofrecido demorar hasta seis meses la reactivación de las medidas punitivas si Irán autoriza el ingreso de inspectores internacionales y clarifica la situación de sus reservas de uranio.

Pezeshkian calificó las sanciones de abuso manifiesto y denunció lo que consideró una gran traición a la diplomacia: el ataque ordenado por Donald Trump en junio contra una central nuclear iraní.

Durante su intervención, también mostró un libro titulado Killed by Israel que se traduce como asesinados por Israel, ilustrado con rostros de adultos y niños, como una forma de denunciar las víctimas civiles del conflicto en Gaza.

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El presidente de Kenia, William Samoei Ruto, defendió la solución de los dos Estados como vía para resolver el conflicto en la Franja de Gaza.

En su intervención, Ruto destacó la importancia del papel de Naciones Unidas en la búsqueda de la paz global y llamó a la coherencia en la respuesta internacional frente a las crisis. “No se puede condenar la violencia que ocurre en un lugar y mirar para otro lado cuando sucede en otro”, advirtió el mandatario africano.

El presidente de Paraguay, Santiago Peña, defendió el derecho de Israel a responder frente a los ataques recibidos.

Durante su intervención, el mandatario condenó a Hamás calificándolo como una organización terrorista y rechazó cualquier intento de equiparación entre el grupo y el Estado israelí. “Rechazamos cualquier intento de equiparar a Israel con Hamás”, afirmó. Peña también alertó sobre el repunte del antisemitismo a nivel global y subrayó que Israel tiene derecho a defenderse.

También denunció las acciones del gobierno de Nicolás Maduro, que a su juicio desconocen la voluntad del pueblo venezolano expresada en las elecciones presidenciales del 28 de julio.

Peña señaló que el proceso electoral ignoró la voluntad del pueblo venezolano y se caracterizó por graves actos del régimen, que resultaron en persecuciones a los principales actores de la oposición y en detenciones arbitrarias, alertando sobre la situación de represión política en el país sudamericano.

El presidente de Estonia, Alar Karis, aseguró que su país continuará reforzando la capacidad de Ucrania para defenderse frente a la invasión rusa.

Karis denunció además la reciente violación del espacio aéreo estonio por cazas rusos, calificando el hecho como un alarde de hostilidad. El mandatario instó a incrementar la presión internacional colectiva para que Rusia rinda cuentas por sus crímenes y se logre una resolución pacífica del conflicto en Ucrania.

El presidente de Argentina, Javier Milei, intervino para criticar lo que calificó como extralimitaciones de la organización.

Milei defendió la primacía de los estados en la preservación de la paz y enfatizó que la legitimidad de los estados debe mantenerse frente a cualquier acción de la ONU que, según él, pueda restringir libertades. “No acompañaremos nunca el cercenamiento de libertades”, subrayó durante su discurso.

Milei evitó pronunciarse sobre la guerra en Gaza, tema central en otras intervenciones, y rechazó lo que calificó como la escalada inadmisible de la violencia política por parte de la izquierda a nivel global, en una aparente referencia al asesinato de Charlie Kirk en Estados Unidos.

El mandatario argentino también elogió la política migratoria del presidente estadounidense, Donald Trump, asegurando que su política para poner el freno a la migración es crucial y advirtiendo que para muchos países ya es demasiado tarde aplicar medidas similares, equiparando la migración con una invasión.

El presidente interino de Siria, Ahmed el Asad, denunció este los constantes ataques israelíes en su territorio, aunque subrayó que su país mantiene su compromiso con el diálogo y la cooperación internacional.

“Ante esto, Siria sigue comprometida al diálogo”, afirmó el mandatario, recordando que su gobierno ha permitido el ingreso de misiones de Naciones Unidas en busca de una solución pacífica.

El Asad también expresó solidaridad con el pueblo palestino, señalando que Siria conoce de primera mano el sufrimiento de la guerra. “Conocemos la guerra, hemos vivido ese sufrimiento y no se lo deseamos a nadie”, declaró.

Se trata de la primera vez en casi seis décadas que un presidente sirio interviene en la Asamblea General de las Naciones Unidas.