“Consciente, psicópata y sádica”: el perfil que estremece a Ecuador tras el crimen de Andreína
19 años después del caso de una mujer descuartizada por su hijo, Ecuador vuelve a enfrentar una historia de horror. Andreína, acusada de matar a su mamá, muestra rasgos de una mente psicópata y narcisista que inquieta a expertos.
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Andreína L., confesó que mató a su mamá y la descuartizó en un departamento en Guayaquil. Expertos la catalogan como una psicópata narcisista con rasgos sádicos. ( )
De una forma espontánea y con frialdad, Andreína L. confesó la noche del 16 de octubre de 2025 que estranguló a su mamá y compró herramientas para descuartizarla. Los agentes de la Policía describieron así la actitud de la chica, tras allanar su casa en Sauces 9, norte de Guayaquil.
En el inmueble encontraron el cuerpo desmembrado dentro de una lavadora y un balde. La escena del crimen estaba limpia, sin rastro de sangre. La sospechosa usó sal para cubrir el cadáver y evitar el mal olor. Adquirió siete cuchillos de distintas marcas y tamaños, además de una amoldadora para cortarlo en cinco partes.
Falseó videos de su mamá con inteligencia artificial y se hizo pasar por ella para desviar las investigaciones de la desaparición de la mujer de 49 años. Y admitió que tomó dos taxis para dejar abandonado los zapatos de su mamá.
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El fiscal del caso pidió autorización al juez para extraer la información de la computadora que había en la casa que Andreína compartía con su mamá. Según la Policía, la sospechosa de 32 años buscó en internet información de cómo desintegrar huesos, desaparecer un cadáver y ocultar el mal olor. Incluso habría visto series y videos de asesinos seriales de Estados Unidos.
Alrededor del caso de la mujer descuartizada, surgieron dos hechos más: la desaparición de una amiga de Andreína en enero de 2022 que fue vista por última vez en la casa de Sauces 9 y un intento de asesinato..
Las autoridades no descartan la participación de un cómplice en el crimen. El jefe nacional de la Dinased, Galo Muñoz, adelantó que Andreína tendría rasgos psicopáticos.
Algo con lo que concuerdan criminólogos consultados por Ecuavisa.com. Los expertos catalogaron a la procesada como una psicópata narcisista con rasgos sádicos.
El criminólogo Andrés Proaño indicó que una de las características es la falta de empatía, ser frío y calculador. Agregó que además de esos rasgos, la implicada tiene un modus operandi repetitivo, lo que sería propio de una "agresora organizada posible serial".
Proaño detalló que este tipo de personas son manipuladoras y mitómanas que buscan tener el control. Según él, no hay que sorprenderse si la mujer empieza a acumular más casos. "Entra ese factor de ego que le gusta a estas personas".
La perfiladora criminal Alexandra Mantilla catalogó el crimen como un matricidio. Explicó que es la acción de matar a su propia madre, y la agresora - víctima, se ubican entre los 20 y 40 años.
Mantilla explicó que en este tipo de asesinos, no se encuentra un "resquicio de conciencia", sino una persona extremadamente manipuladora que va a cambiar versiones o irá soltando información de a poco.
"Esta gente cuando es psicópata y narcisista, les gusta mucho jugar con la justicia y el dolor. Es un medio de excitación, que les hace sentir poderosos", Alexandra Mantilla.
La especialista indicó que los perfiladores del caso deben analizar las acciones previas al crimen, la cercanía de la implicada con la víctima, en este caso su madre. Según Mantilla, se usó un cargador de teléfono, lo permite presumir que demoró cinco a 10 minutos en quitarle la vida y de ahí vienen los elementos de una psicópata narcisista, el estar más de 10 días con el cadáver.
Joven mató y descuartizó a su mamá frente a un niño de seis años en Guayaquil
El caso -que estremeció al Ecuador-no ha sido el único. Según registros, en 2006 un joven fue detenido y sentenciado a 24 años de prisión por apuñalar a su mamá en la Isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil.
El hombre discutió con su madre por USD 67 que se habían extraviado. Según el acta de sentencia, confesó que la apuñaló y le tiró agua luego de que se desmayara en el patio. Ocurrió en octubre de ese año, ante la presencia de su sobrino de seis años.
El pequeño relató su tío tapó el cuerpo de su abuelita con dos techos de zinc y le preguntó si quería ir a pasear. Ambos fueron a ver unos payasos al circo y comprar golosinas.
Cuando llegaron a casa, le ordenó que se fuera a dormir y cerró la puerta. "Yo miré por un hueco y vi que mi tío tenía a mi abuelita acostada en el patio y le cortaba el brazo izquierdo con una sierra", dijo en su testimonio el niño.
Los restos de la mujer fueron hallados en la sala, debajo del mueble. Y lo que asombró a la Policía fue que la cabeza estaba dentro de un monigote que el joven elaboraba.
La experta Alexandra Mantilla detalló que en la perfilación criminal, el descuartizamiento o el cortar una cabeza, significa una ira muy personal del agresor con la víctima. Una ira acumulada y que el asesino no pensó en ese momento en cometer el crimen.
Por su parte, el criminólogo Proaño catalogó este caso como un crimen pasional, porque la emoción nubla a la razón. Sin embargo, el desmembrar y esconder las partes, puede haber sido el detonante para sacar a la luz los rasgos psicopáticos, por la falta de empatía y frialdad.
Perfil de un psicópata y los niveles de peligrosidad
La psiquiatra Julieta Sagnay explicó que los asesinatos de padres o madres entran en la categoría de parricidio, aunque el Código Penal de Ecuador no lo tipifica. En este contexto, hay dos categorías: el parricidio psicótico y el psicopático.
El primero es cuando la persona se queda paralizada ante el crimen, se asusta, se queda inmóvil. Mientras que el que tiene una desviación psicopática es premeditado, comete un asesinado calculado, con saña.
"Es organizado, tiene un índice intelectual muy alto, es metódico. Incluso calcula por años cómo hacer esto, guarda las pruebas, borra huellas y se deshace de los cuerpos", dijo Sagnay. La experta argumentó que estas conductas se pueden detectar desde la adolescencia por tres rasgos importantes como la ausencia de remordimientos, crueldad hacia los animales, gusto por las armas o el fuego.
En el caso de Andreína, otros expertos también añadieron un rasgo de sadismo en su comportamiento. Sagnay indicó que esto implica que van a exagerar sus crímenes y manipular a las personas, establecer vínculos para que dependan de ellos y ejercer poder.
Por su parte, la especialista Mantilla advirtió que luego de una evaluación psiquiátrica forense, en el que se determine que Andreína es psicópata narcisista con rasgos sádicos, ella debería ser aislada y no compartir celda. Puntualizó que personas con esta patología jamás se rehabilitan y es peligroso si se juntan con sentenciados por delitos menores o con miembros de grupos criminales.
"Una psicópata no tiene rehabilitación. Hasta el sol de hoy ningún científico en el mundo ha podido salir a decir, yo encontré la cura para un psicópata, porque es un tipo de personalidad", Alexandra Mantilla.
Por eso, Mantilla y la psiquiatra Sagnay recalcaron que se debe buscar mecanismos de prevención desde la adolescencia, para determinar este tipo de conductas.
Más casos de hijos que asesinaron a su mamá en Ecuador
Otro de los casos más recientes de hijos implicados en el asesinato de su mamá ocurrió en Quito. Un hombre que estaba recluido en la cárcel El Inca, utilizó a sus hijos para el asesinato de su mamá de 70 años al salir de una iglesia. Los nietos de la víctima ayudaron con información de la rutina de la señora y el pago a los sicarios.
En 2025, otro ciudadano fue detenido por estrangular a su mamá, meter el cuerpo en una maleta y lanzarlo a una zanja. Ocurrió en la parroquia Alangasí, en el nororiente de la capital.
Otro caso ocurrió en diciembre de 2024. Un joven fue detenido por apuñalar a su mamá en el sector de La Roldós -también en Quito-. Un amigo del sospechoso lo encontró a él herido en la cocina. Cuando llegó la Policía, descubrió el cuerpo de la madre en la habitación.
En 2017, una chica fue detenida como principal sospechosa de apuñalar a su mamá y a su abuela en el norte Quito. La pareja de la implicada también fue detenido.
Un hecho similar fue en 2018 en una urbanización de Samborondón, en Guayas. Una mujer participó en el asesinato de su mamá y su hermana. Fingió un robo y atada con un cable, llamó a la Policía a pedir ayuda.
Los agentes notaron la frialdad y la falta de empatía de la joven al pasar por el cuarto donde estaban los cadáveres. Luego descubrieron que un expolicía y pareja de la chica, participó en el crimen. Ambos están detenidos.
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