Tras rechazo a las preguntas de la consulta popular, ¿Daniel Noboa debe reinventar su estrategia política?

El pasado 4 de septiembre de 2025, la Corte Constitucional se pronunció sobre las preguntas que propuso el presidente Daniel Noboa para la consulta popular. El resultado fue un duro golpe para el Gobierno, pues solo dos fueron admitidas para realizarse bajo esa vía, las demás, según los jueces, deberán tramitarse vía enmienda o reforma parcial, lo que implica que tomará más tiempo y pasar otros filtros.

Noboa enfrenta un nuevo escenario político, pues la decisión no solo frustró parte de su agenda, sino que también agudizó las tensiones entre el Ejecutivo y el máximo órgano de control constitucional del país.

La confrontación con la Corte se ha convertido en un factor clave para la estrategia política del Gobierno, que ha optado por capitalizar el conflicto y responsabilizar a los jueces de problemas del país, como la violencia.

En este nuevo tablero, el presidente insiste en evitar el diálogo o la conciliación, a la par de que la consulta popular pierde peso.

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Desde principios de agosto de 2025, el gobierno de Daniel Noboa entró en una confrontación con la Corte Constitucional. El detonante fue la decisión del organismo de suspender artículos clave de tres leyes urgentes impulsadas por el Ejecutivo.

Noboa denunció un bloqueo y, tanto él como sus ministros, emitieron declaraciones responsabilizando a los jueces por la creciente criminalidad que vive Ecuador.

Días después, el Mandatario envió preguntas para un nuevo referendo y consulta popular, entre ellas la contratación por horas en turismo, la reducción del número de asambleístas, la eliminación del Consejo de Participación Ciudadana (CPCCS), la posibilidad de juicio político a jueces de la Corte, la habilitación de casinos y la castración química. El tribunal emitió su fallo: aprobó solo las dos primeras.

A esas se aumentan otras dos de reforma: la propuesta de eliminar la prohibición de bases militares extranjeras y la obligación del Estado de asignar recursos a las organizaciones políticas.

Pablo Medina, docente de la carrera de Ciencia Política de la Universidad San Francisco de Quito, considera que Noboa tiene oportunidad de capitalizar particularmente en estas dos últimas preguntas, así como en la relacionada con el número de asambleístas. Cree que, por su naturaleza, de ir contra los políticos, muy probablemente serán bien recibidas en el electorado, por lo que adelanta que la estrategia desde Carondelet se centrará en ellas.

Santiago Cahuasquí, investigador del Observatorio de Reformas Políticas en América Latina, cree que durante la campaña por la consulta popular, el principal mensaje que dirigirá Noboa, por encima del contenido de las preguntas, será contra los jueces de la Corte Constitucional. A su criterio, esa estrategia le ha resultado cómoda al Presidente, aunque cree que no debería caber en un Gobierno democrático.

Sobre este último aspecto, Medina dice que Noboa necesitaba un enemigo para dar fuerza a la imagen de su Gobierno, que se muestra como joven y decidido, aun cuando eso signifique pasar por alto la institucionalidad. Además, se trata de un adversario que no pelea en la cancha de lo político.

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Durante la convención nacional de ADN en Guayaquil, el presidente Daniel Noboa dirigió un discurso en el que subrayó que no tiene interés en dialogar "con los que ya fracasaron”, en su lugar, afirmó que su enfoque está en hablar directamente con la ciudadanía y trabajar para mejorar su calidad de vida.

Sin embargo, según Cahuasquí, no hay estrategia política que permita ocultar los problemas de gestión, por ejemplo, la crisis en el sector de la salud, que ha evidenciado la falta de medicinas, equipos, insumos, así como la corrupción institucionalizada; o los reclamos por el otorgamiento de la licencia ambiental para que una empresa minera opere en el páramo de Quimsacocha, em Azuay.

Esas coyunturas que el Gobierno evade han provocado, según los expertos, la activación, de la militancia y congregación de organizaciones sociales que comienzan a aglutinar el descontento.

En compensación, el Ejecutivo convocó a una marcha el 11 de septiembre cuyo objetivo no ha sido esclarecido.

Caroline Ávila, experta en comunicación política, considera que el silencio de Noboa frente al rechazo de sus preguntas por parte de la Corte Constitucional podría reflejar un cambio de estrategia, orientado a señalar a un nuevo enemigo: el crimen organizado.