Consulta popular 2025: la campaña se concentra en redes sociales, incluye IA e influencers

La campaña por la consulta popular y el referéndum del domingo 16 de noviembre ha transcurrido con menos intensidad que los dos procesos electorales anteriores celebrados este año en Ecuador. Sin embargo, tanto los promotores del Sí como del No han optado por fortalecer su presencia en redes sociales y organizar algunos actos públicos, privilegiando los espacios digitales sobre los medios tradicionales.

En esas plataformas, influencers se han sumado a la difusión de mensajes a favor de una postura. Adicionalmente, los memes, las noticias falsas -como es habitual- y la inteligencia artificial se cuelan en la discusión.

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Desde el inicio oficial de la campaña, el 1 de noviembre, las organizaciones políticas y sociales que respaldan el Sí —entre ellas ADN, CREO, Amigo, la Confederación Intercultural de Pueblos y Nacionalidades del Ecuador-Amaru y la Confederación Nacional de Comunas— han centrado sus mensajes especialmente en la importancia de instalar una nueva Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución.

En contraste, los movimientos que promueven el No, como Revolución Ciudadana, Pachakutik, Unidad Popular, Democracia Sí, Centro Democrático, PID, el Partido Socialista, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la Unión Nacional de Trabajadores de la Educación (UNTE) y la Unión Nacional de Educadores (UNE), sostienen que la Administración de Noboa busca concentrar más poder mediante este nuevo plebiscito. Los opositores mencionan que la posibilidad de una nueva Constitución podría incluir "políticas regresivas".

Tampoco están de acuerdo con la posible instalación de una base militar estadounidense en suelo ecuatoriano. Mientras el Gobierno sostiene que fuerzas militares extranjeras ayudarán a combatir los grupos narcocriminales -algunos de ellos considerados terroristas por EE. UU.-, la oposición considera que una base militar norteamericana no frenará la violencia y Ecuador estaría poniendo en juego su soberanía.

Además de la posible instalación de una nueva Asamblea Constituyente y la presencia de bases militares extranjeras, la población deberá pronunciarse sobre la eliminación del financiamiento estatal a los partidos políticos y la reducción del número de asambleístas.

Estas propuestas han generado un amplio debate público y, en algunos casos, la circulación de información falsa o distorsionada.

Uno de los episodios más comentados ocurrió tras una declaración del presidente Daniel Noboa, impulsor del Sí y principal promotor del plebiscito.

El 31 de octubre, en un discurso ante estudiantes durante un evento en el que entregaba becas para estudiar inteligencia artificial (IA) el pasado 31 de octubre, en Cuenca, Noboa destacó las bondades de la IA: "La inteligencia artificial es una herramienta que es ilimitada", dijo.

En el discurso en el coliseo de una unidad educativa -que se hizo viral el pasado viernes- señaló que se puede usar la IA en diferentes áreas y anotó que su equipo de comunicación "a veces hace ciertas preguntas en ChatGPT para cosas sencillas, para escribir un discurso, o para diseñar hasta una Constitución", dijo para ejemplificar la versatilidad de la IA.

Esto desató una ola de rumores en redes sociales sobre el uso de inteligencia artificial para redactar una nueva carta magna. El sábado 8 de noviembre, el mandatario aseveró que una posible nueva Constitución la escribirán "patriotas que buscan un país mejor" y no IA.

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El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó un fondo de promoción electoral de USD 209 080, que se divide en partes iguales entre las organizaciones que apoyan el Sí y las que respaldan el No. Sin embargo, gran parte de la propaganda se difunde fuera de esos espacios oficiales, lo que dificulta el control sobre la veracidad de los contenidos y el gasto real en comunicación digital.

La campaña concluirá el 13 de noviembre, tres días antes del referéndum. Solo después del proceso electoral se conocerá cuánto invirtieron realmente las organizaciones políticas en promover sus posturas. Hasta entonces, las redes sociales seguirán siendo el principal campo de batalla informativa.