Conoce la divertida e increíble historia de Michael y Bruce Buffer, las voces icónicas de los deportes de combate

La historia de los hermanos Michael y Bruce Buffer parece sacada de un guion de Hollywood. Ambos son figuras icónicas en el mundo de los deportes de combate, conocidos por sus inconfundibles frases que electrizan a las multitudes: Michael con su legendario "Let's Get Ready to Rumble!" en el boxeo, y Bruce con su potente "It's Time!" en la UFC. Sin embargo, lo más sorprendente es que estos hermanos, que ahora son inseparables, no supieron el uno del otro hasta que ya ambos eran adultos.

La revelación de su parentesco comenzó de la forma más casual. Michael, cuyo apellido de nacimiento era Buffer, fue criado por padres adoptivos bajo el apellido Huber. Bruce, por su parte, creció sin saber de la existencia de un hermano mayor.

La historia dio un giro en 1984, cuando Bruce, mientras veía un combate de boxeo, se topó con Michael como anunciador. El apellido Buffer en pantalla lo dejó atónito, ya que no conocía a nadie más con ese nombre fuera de su círculo familiar. La curiosidad lo llevó a preguntar a su padre, quien con una sorprendente tranquilidad le reveló la verdad. Michael podría ser su hermanastro, de una relación previa de su padre durante la Segunda Guerra Mundial.

Motivado por la necesidad de respuestas, Bruce, quien trabajaba en telemarketing y tenía acceso a guías telefónicas de todo el país, comenzó a investigar. Descubrió que Michael había crecido a solo 32 kilómetros de donde él mismo creció en Filadelfia. Michael, al ingresar al ejército durante la Guerra de Vietnam, utilizó su certificado de nacimiento, donde figuraba su apellido original, Buffer, ya que nunca fue formalmente adoptado con el apellido Huber. Este pequeño detalle, permitió que sus caminos se cruzaran.

Bruce y Michael se conocieron en 1989. A pesar de que Bruce era el hermano menor, veía a Michael como una celebridad y quedó impresionado al conocerlo en persona. La conexión fue inmediata y, a partir de ese momento, se mantuvieron cercanos.

En pocos años, Bruce, con su agudo sentido para los negocios, se dio cuenta del potencial sin explotar de la carrera de su hermanastro. Notó que Michael no había registrado su famosa frase "Let's Get Ready to Rumble" ni explotado el merchandising. Fue en 1992, tras asistir a un combate de Evander Holyfield vs. Riddick Bowe y observar la reacción de celebridades ante Michael, cuando tuvo la idea. En lugar de celebrar, pasó la noche elaborando un plan para comercializar la marca "Let's Get Ready to Rumble" a través de camisetas, gorras y posibles crossovers en otros deportes.

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Bruce le propuso a Michael convertirse en su mánager y socio, prometiéndole que lo haría más rico de lo que jamás soñó. La apuesta fue total y Bruce dejó todo lo que tenía y se lanzó de lleno al proyecto. Desde entonces, su relación profesional y personal ha sido un éxito rotundo. Juntos, los hermanos Buffer han construido un verdadero imperio, amasando cientos de millones de dólares. La frase "Let's Get Ready to Rumble" como marca registrada se estima en 400 millones de dólares.

Mientras que Michael Buffer se convertió en un ícono en el mundo del box durante más de 40 años, Bruce, el menor, lleva casi 30 años siendo la voz en los octágonos de la UFC con su reconocido "¡It's Time!".

Bruce, un perfeccionista autodidacta, entrega sus dos palabras con una energía cruda que lo ha hecho famoso en el deporte. Su estilo en el octágono, con sus giros y su chaqueta personalizada, es tan parte del espectáculo como las peleas mismas.

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