Lorenzo Medina, el joven de 14 años que representa a Ecuador en el Mundial de Velerismo
Con esfuerzo, disciplina y el apoyo de su familia, el adolescente que se encuentra dentro del espectro autista se convierte en el integrante más joven del equipo nacional.
Esfuerzo, constancia y determinación son parte de los atributos que llevaron a que Lorenzo Medina Chavarría, de solo 14 años, sea el integrante más joven del equipo que representa a Ecuador en el Mundial de Velerismo en Salinas, en Santa Elena.
Lorenzo, junto a sus compañeros e instructores, deja a punto cada detalle de su embarcación, de la categoría Sunfish, que mide 4,30 metros de largo, y una vez lista zarpan a mar abierto desafiando la corriente, el viento y el clima. Han sido años de entrenamiento y sacrificio.
“No ha sido tan fácil que digamos, pero cuando logras esa meta es satisfactorio, es como que ese esfuerzo valió la pena”, dice Lorenzo Medina Chavarría, velerista
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Un camino que empezó hace siete años, cuando sus padres buscaban un deporte que contribuya al desarrollo de Lolo, como llaman a su hijo, quien se encuentra dentro del espectro autista. Rafael y Cristina reconocen que fue sorpresivo, pero se convirtió en motivación y generó unión familiar.
Luego de probar con varios deportes, llegaron a un vacacional en el Salinas Yacht Club y desde el principio Lolo sorprendió a todos.
“A la segunda semana de entrenamiento queda segundo en su primera regata, desde ahí dijimos: este es el deporte en el que lo vamos a apoyar, es un motivo para celebrarlo y motivarlo”, menciona Cristina Chavarría, mamá de Lorenzo.
Desde entonces ha participado en un sinnúmero de regatas, desafiando los límites que caracterizan al espectro autista en las habilidades sociales, la integración y enfrentarse a situaciones imprevistas, ya que este deporte se desarrolla en un ambiente que no se puede controlar, implica esfuerzo físico y lo hace parte de un grupo.
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Sus entrenadores en el Yacht Club dicen que lo han hecho sentir como un miembro más, respetando su proceso, y la respuesta de Lolo a ese cuidado a veces se ha hecho sentir incluso con un abrazo. Así lo recuerda Ricardo, cuando se reencontró con Lorenzo luego de un año en el que hizo una pausa a su entrenamiento.
“Hacía un año que no nos veíamos y prácticamente a una cuadra, que estaba en bicicleta, me vino a dar un abrazo y fue una situación muy linda (...) Quiere vencer todas las barreras que le impidan llegar a la meta", explica Ricardo Rubiano, entrenador de Lorenzo.
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“Tener miedos es divertido porque eso significa que puedes superarte, hay que enfrentarlos, tienes que saber qué hacer para derrotarlos”, menciona Lorenzo. Su familia lo ha apoyado en cada viaje, jornadas largas y en cada entrenamiento extra que hace en casa, sin olvidar que es un niño que necesita una guía con sus deberes, que tiene materias favoritas como las matemáticas y al que fomentan sus hobbies como la lectura.
“Como padres no debemos rendirnos, hay que buscar dónde pueden desarrollar una habilidad, dónde se sienten queridos y pertenecientes”, añade Cristina Chavarría, mamá de Lorenzo.
Lorenzo competirá junto a su equipo contra 16 países, pero dice que, más importante que los resultados en el mundial, ha sido sentirse arropado por su familia y entrenadores para enfrentar cualquier reto y superarlo no solo en el deporte, sino en la vida.
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