02 dic 2025 , 13:13

Gonzalo Plata: el talento exige madurez

Gonzalo Plata llega al partido clave por el Brasileirão con una lección aprendida, busca cerrar el año con el doblete y demostrar que su talento puede brillar sin perder el control.

   

Gonzalo Plata está a un partido de cerrar el año más contradictorio —y quizá más aleccionador— de su carrera. Flamengo puede coronarse este miércoles campeón del Brasileirão y consumar un doblete histórico apenas cuatro días después de conquistar la Copa Libertadores.

Y ahí, en medio de la euforia de un Maracaná encendido, estará el ecuatoriano, ahora con la misión de demostrar que aprendió de un golpe que él mismo reconoció: su ímpetu desbordado.

Porque Plata vivió semanas difíciles. Sus expulsiones en ambas competencias lo dejaron señalado y, en el caso de la Libertadores, lo privaron de disputar la final ante Palmeiras. Sin embargo, sería mezquino reducir su campaña a esos errores.

Flamengo no habría llegado tan lejos sin su desequilibrio, su valentía, su capacidad de romper partidos estancados. Por eso su técnico, Filipe Luís, no dudó en respaldarlo públicamente. Le reconoció el aporte, lo arropó en las críticas y lo mantuvo dentro del proyecto. Ese gesto habla tanto del entrenador como del futbolista.

Ahora, con la Libertadores en el bolsillo —aunque sin la postal soñada de jugar la final— Plata se adentra en una nueva oportunidad: el duelo clave por el título brasileño. Flamengo llega con cinco puntos de ventaja sobre Palmeiras y con el Maracaná preparado para otra fiesta.

Ganar al Ceará, un rival que pelea por no descender, le daría al Fla su primer Brasileirão en cinco años. Incluso un empate podría alcanzar, si Palmeiras tropieza en su visita al Atlético Mineiro. El escenario está servido para otro capítulo grande en la historia reciente del club.

Allí es donde entra Plata. No como protagonista absoluto, sino como un futbolista con talento suficiente para desequilibrar la noche o complicarla, dependiendo de su control emocional. Ese es, hoy, su verdadero desafío.

El fútbol no le falta; lo que debe domar es su adrenalina. Porque el Flamengo campeón necesita al Plata que encara, que asiste, que contagia, no al que se pierde la cabeza peleando batallas personales con los árbitros o sus rivales de turno.

La madurez deportiva suele llegar a golpes, y Plata acaba de recibir uno de los más duros. Ser parte esencial de una campaña y no jugar la final duele más que cualquier regaño. Pero también enseña. Lo que haga en este cierre de Brasileirao será la primera prueba de lo aprendido.

Si Gonzalo Plata logra combinar su talento eléctrico con la serenidad que exige la elite, Ecuador tendrá a un jugador más completo y Flamengo a un atacante decisivo para un ciclo mucho más grande que un doblete.

Para él, esta no es solo una final por el campeonato brasileño: es una final consigo mismo. Y pocas veces se presentan oportunidades tan claras para corregir el rumbo y demostrar que levantar trofeos no solo depende del talento, también de la madurez.

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