Cinco musicalizaciones de videojuegos que marcaron a los gamers
Los videojuegos se componen de diferentes elementos y, como en una película, la música se vuelve una pieza vital para la experiencia de juego. Desde los sonidos en 32 bits que iniciaron en los primeros juegos de Nintendo, pasando por el recurso de musicalización con canciones de autores externos, como si fuese una radio, hasta la composición de tonadas modernas para que parezca cada vez más a un largometraje. La música en el mundo gamer ha pasado por una evolución.
El videojugador con trayectoria puede identificar cualquier juego de la franquicia Mario Bros de Nintendo con solo escuchar su icónica melodía. O puede recordar varias canciones que oyó en alguna de las 53 versiones de FIFA, mientras jugó contra sus amigos. De una cantidad infinita de juegos, Ecuavisa.com recogió cinco diferentes muestras que marcaron la vida musical de los usuarios.
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Tony Hawk’s Pro Skater, de MTV a un videojuego
En 1999, el patinador Tony Hawk pasó al mainstream no por ser uno de los mejores en el mundo, sino por lanzar con su nombre un videojuego que llegó a millones de casas y que no solo propagó el skate como deporte, sino toda la cultura alrededor. Géneros musicales como el hip hop y el punk, en variantes como el pop punk y hardcore, se colaron en la lista de reproducción de muchos millennials.
“La música punk estaba muy asociada con el skate en ese momento y muchas de las canciones de esas bandas sonoras eran canciones que escuchaba cuando salía con la tabla”, dijo Tony Hawk en una entrevista en el podcast Kerrang!, en el episodio del 4 de enero de 2022. Al siguiente año de lanzar el primer videojuego, apareció la segunda parte de una saga de cuatro juegos que llevarían este tipo de música a los adolescentes y cuya nostalgia reuniría Spotify en dos playlists.
Una de las canciones más destacadas de la lista de reproducción de los dos primeros Tony Hawk 's Pro Skater es Superman de Goldfinger, banda californiana de punk mezclado con ska. La tonada fue lanzada en 1997 dentro del álbum Hang-Ups donde destaca las dificultades de envejecer, canción que toma más sentido cuando el conocido patinador acompañó a la agrupación estadounidense a cantarla en el Vans Warped Tour 2025, a finales de julio. Pura nostalgia milenial.
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Crazy Taxi, lo que hace un taxista escuchando la radio
En 1999, un juego pondría varias canciones en las playlists de los usuarios. Dreamcast, la última consola de Sega que cesó su producción en 2001, lanzó Crazy Taxi, que dos años después llegaría a otros equipos como PlayStation 2 y Nintendo Game Cube.
La dinámica de Crazy Taxi era sencilla: eres un taxista que debe cumplir misiones y completar carreras antes del tiempo dispuesto. Para lograrlo aceleras y recorres puntos que no son aptos para vehículos. Mientras tanto, la radio colocaba punk, una música que genera adrenalina suficiente para ambientar el juego.
All I Want de The Offspring, canción del álbum Ixnay on the Hombre de 1997, era una de las tonadas más recordadas del juego. Sin embargo, después no fue agregado a las versiones para dispositivos móviles, por problemas de derechos de autor. En junio de 2025, La desarrolladora Sega retiró las versiones móviles de sus videojuegos, incluyendo Crazy Taxi.
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The Legend of Zelda, la música del camino del héroe
¿Qué tienen en común Mario Bros y The Legend of Zelda, más allá de la casa desarrolladora? Koji Kondo es el compositor de la música de los dos videojuegos, los más icónicos de Nintendo. Andrew Schartmann, experto en historia de la música en videojuegos citado por Merlin Jobst en un artículo sobre el juego para la revista Vice del 2025, dijo que la música de fondo para ambas series (Mario y Zelda) se compuso, en gran medida, para contrastar una con la otra.
En 1986, un personaje de sombrero verde empujó al plomero italiano más famoso del mundo y comenzó una carrera en una de las apuestas más seguras de la empresa japonesa y la música es uno de los elementos más importantes. En los últimos 39 años, la franquicia de The Legend of Zelda se extendió a 35 juegos. Aunque se ha creado música para cada uno, existen melodías icónicas que solo se adaptan a las tecnologías.
Aunque en la primera edición de The Legend of Zelda de 1986, la canción para referirse al reino de Hyrule se expresa en bips y bops, en los límites de los 32 bits de los videojuegos de la época, ha mutado al sonido de instrumentos tocados por una orquesta, como se observó en el festival Nintendo Love 2024. “Los pitidos y bloops atonales evolucionaron hacia formas de onda sintetizadas y, finalmente, partituras completamente orquestadas”, dijo Brian Tyler, compositor de la película The Super Mario Bros, para referirse a la música de Koji Kondo, cuando el músico nipón ingresó al Salón de la Fama de la Academia de Artes y Ciencias en marzo de 2024.
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Grand Theft Auto: San Andreas, girando el dial de la radio del carro
En 2004 apareció Grand Theft Auto: San Andreas, la quinta edición del videojuego original lanzado en 1996, para computadora y PlayStation. Esta entrega es considerada por los fanáticos como el mejor de todos por diferentes elementos, entre ellos, la música.
”California tiene la mejor radio de todo Estados Unidos”, dijo Dan Houser, cofundador de Rockstar Games, desarrolladora de GTA, al portal Eurogamer en 2004. Houser se refirió a la importancia de El Estado Dorado en la música que suena en Grand Theft Auto: San Andreas, como registró la revista Rolling Stone en su ranking de Las 25 mejores bandas sonoras de videojuegos de todos los tiempos, donde esta entrega ocupa el cuarto puesto.
Un videojuego que emula los enfrentamientos de las pandillas de California, tipo boyz ‘n’ the hood, llevó el hip hop y el gangsta rap, sobre todo, a los reproductores mp3 de la época. Desde agrupaciones como Public Enemy y Rage Against The Machine o solistas como Biggie ambientaron el videojuego creando una sinergia entre la historia, las misiones y la música. Rap, rock, country y otros géneros musicalizaron el juego. Tal es el impacto de Grand Theft Auto en el consumo musical que Spotify hizo una recopilación de los juegos de la serie principal.
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The Last of Us, western para después del apocalipsis
En 2013, The Last of Us entró al mundo de los videojuegos para cambiar el paradigma narrativo. Un hongo vuelve zombis a quienes respiran su polen y el mundo se vuelve en un desierto postapocalíptico donde el más fuerte sobrevive. El músico argentino Gustavo Santaolalla fue el encargado en crear la música, donde destacó unas cuerdas que recuerdan al medio oeste estadounidense: vaqueros, pistolas y muertos vivientes.
Sin embargo, la saga de las tres entregas de The Last of Us también contienen el uso de canciones de creadores externos de diferentes géneros que ayudaron a aterrizar la historia. Desde el pop en Take on Me de A-Ha hasta el rock acústico en Future Days de Pearl Jam. Según el director del juego, Neil Druckmann, lo más complicado fue encontrar el momento donde colocar las tonadas durante la historia.
El videojuego, al igual que Mario Bros y la próxima película de The Legend of Zelda, llegó a adaptarse en un live action, pero en formato serie para HBO. Gustavo Santaolalla junto a Tom Morello, guitarrista de la banda Rage Against The Machine, compusieron la canción The Path para la segunda temporada de la versión televisiva. Una tonada que mantiene las cuerdas del músico argentino, pero electrificada por Morello.
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1Up: FIFA, música para jugar con tus amigos
En 1993, la desarrolladora EA lanzó el primer videojuego con el nombre FIFA. La franquicia contiene 53 tipos de juegos entre extensiones o variedades como FIFA Street. En 1998, el videojuego comenzó a usar canciones con derechos de autor para acompañar a los partidos. La canción Song 2 de Blur, que se encontraba de moda al haber sido lanzada un año antes.
“Sabíamos que los videojuegos podrían convertirse en lo que la MTV y la radio comercial habían sido en los años 80 y 90”, admitió Steve Schnur, el presidente de la división musical dentro de EA, en una entrevista por el lanzamiento de EA FC 25. Desde 1998, en los partidos entre tus amigos ha sonado el pop de Chumbawamba, el post-punk de Franz Ferdinand, como pop sueco, electrónica italiana o a la mismísima Mala Rodríguez y su rap Jugadoras, Jugadores.