10 jun 2025 , 11:22

¿Sientes que todo te da sueño? Podrías tener una deficiencia común

Sentir sueño durante el día, incluso después de haber dormido bien, puede ser más que un simple efecto del estrés o la rutina acelerada.

   

La somnolencia constante es una de las señales más frecuentes y a menudo ignoradas de que al cuerpo le falta algo esencial: nutrientes. Muchas personas conviven con este cansancio sin saber que podrían estar experimentando una deficiencia nutricional que compromete su energía, concentración y salud general.

Una de las causas más comunes es la deficiencia de hierro, responsable de la llamada anemia ferropénica. El hierro permite el transporte de oxígeno a través de la sangre, por lo que su ausencia genera una fatiga persistente, dificultad para concentrarse y, en casos más avanzados, mareos o palpitaciones. Este problema afecta especialmente a mujeres en edad fértil, personas con dietas restrictivas y deportistas.

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Otro nutriente clave es la vitamina B12, esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos. Su déficit puede producir cansancio crónico, somnolencia excesiva, debilidad muscular e incluso alteraciones neurológicas como hormigueo en manos o pérdida de memoria. Los vegetarianos y veganos son más propensos a sufrir esta carencia, ya que la B12 se encuentra principalmente en alimentos de origen animal.

También es importante considerar la vitamina D, también influye directamente en los niveles de energía y el estado de ánimo. Un déficit de esta vitamina, muy común en personas que pasan poco tiempo al sol, puede manifestarse como somnolencia diurna, fatiga inexplicable, dolores musculares y desánimo. Estudios recientes también la vinculan con el insomnio y la mala calidad del sueño.

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Todas estas deficiencias tienen solución. Una alimentación balanceada, basada en alimentos naturales y variados, es la mejor estrategia preventiva. Si ya existe una carencia, el tratamiento puede incluir suplementación bajo supervisión médica, junto con cambios en el estilo de vida. Dormir bien, moverse con regularidad y reducir el estrés también ayuda a recuperar la vitalidad.

La somnolencia constante no debe normalizarse ni dejarse pasar. En muchos casos, el cuerpo está dando señales claras de que necesita algo más que descanso: necesita nutrientes. Detectarlo a tiempo puede evitar problemas mayores y ayudarte a recuperar tu energía y tu calidad de vida.

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