Hierro: el aliado silencioso de un embarazo saludable

El hierro es uno de los nutrientes más importantes en la etapa previa al embarazo, y su deficiencia puede tener efectos graves e irreversibles en el desarrollo del feto. Por eso, identificar y corregir esta carencia a tiempo es esencial.

La deficiencia de hierro en mujeres embarazadas se asocia con un mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer. Además, el hierro es crucial para la formación y el desarrollo del cerebro del bebé.

La falta de este mineral puede interferir con el neurodesarrollo, afectando las conexiones nerviosas, funciones cognitivas y emocionales.

Esto puede resultar en un menor desarrollo motor, coeficiente intelectual más bajo y dificultades en el aprendizaje y la memoria. Lo más preocupante es que gran parte de ese daño es irreversible .

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El Dr. Alejandro Rodríguez Donado, ginecólogo y obstetra de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, recomienda que las mujeres que planean quedar embarazadas consulten al médico al menos seis meses antes de intentarlo.

Durante esta consulta preconcepcional, es fundamental evaluar los niveles de hierro y, si se detecta una deficiencia, iniciar el tratamiento adecuado. Esto permite prevenir complicaciones y asegurar un embarazo más saludable .

Alimentación adecuada: Incluir en la dieta alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, legumbres y vegetales de hoja verde.

Suplementación: En caso de ser necesario, el médico puede recomendar suplementos de hierro para alcanzar los niveles adecuados.

Estilo de vida saludable: Mantener un peso adecuado, realizar ejercicio moderado y asegurar un sueño reparador.

Controles médicos: Realizar análisis de sangre para monitorear los niveles de hierro y ferritina, permitiendo detectar y tratar deficiencias a tiempo.

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