¿Comer comida quemada causa cáncer? Esto dicen los expertos

Freír, tostar o asar alimentos a temperaturas elevadas puede provocar la formación de compuestos tóxicos que, con el tiempo y en grandes cantidades, podrían afectar la salud. Así lo advierten expertos como la nutricionista Erika Hernández y el tecnólogo alimentario Víctor Díaz de la Organización Mundial de la Salud, quienes explican que estas reacciones ocurren especialmente al cocinar carne, pescado o alimentos ricos en carbohidratos como pan y papas.

Uno de los compuestos más señalados es la acrilamida, una sustancia química que se genera cuando los azúcares y aminoácidos de ciertos alimentos se exponen a temperaturas superiores a los 120-130 °C, especialmente en ambientes de baja humedad como la fritura o el horneado sin vapor. Aunque la acrilamida ha sido clasificada como probablemente carcinógena para humanos, aún no existe evidencia concluyente que confirme su efecto directo sobre el cáncer en personas.

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Otros compuestos como las aminas heterocíclicas y los hidrocarburos aromáticos policíclicos también pueden formarse durante el cocinado excesivo o por exposición al humo, aumentando potencialmente el riesgo de enfermedades si se consumen de forma habitual.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) señaló que alimentos como las papas fritas, el café, el pan blando y productos horneados contienen niveles más altos de acrilamida. Además, los niños están más expuestos a sus efectos debido a su menor peso corporal y mayor consumo de estos productos.

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Si bien comer algo "quemado" ocasionalmente no representa un riesgo grave, los expertos recomiendan moderar el consumo frecuente de alimentos excesivamente cocinados y adoptar métodos de cocción más suaves para cuidar la salud a largo plazo.