08 sep 2025 , 09:34

¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando escuchamos música?

La música es un conjunto de vibraciones, tonos, ritmos, notas, y frecuencias que nuestro cerebro es capaz de percibir y utilizarlo para organizar la estructura del mismo.

   

La música es mucho más que un simple estímulo auditivo, es una forma de arte que tiene la capacidad de reorganizar por completo la estructura de nuestro cerebro. Un estudio reciente, publicado en la revista Advanced Science, profundiza en este fenómeno, revelando que el cerebro no solo percibe los sonidos, sino que se transforma en respuesta a ellos. Esta habilidad de adaptación es crucial para entender por qué la música nos afecta tan profundamente.

Científicos de la Universidad de Aarhus y la Universidad de Oxford realizaron un experimento con 29 adultos. Al escuchar una secuencia repetida de sonidos, los escáneres cerebrales mostraron que el cerebro no solo activaba distintas áreas, sino que también reorganizaba las conexiones entre ellas. Esto significa que las redes neuronales no son estáticas; se reconfiguran en tiempo real para procesar la información rítmica.

La plasticidad cerebral

El estudio demostró la increíble plasticidad cerebral. Algunas redes neuronales, como las que controlan la atención y la memoria, se activaron con más fuerza y se sincronizaron con el ritmo del sonido. Otras, que generalmente están activas en reposo, cambiaron su distribución. Esto confirma que el cerebro es un órgano dinámico, capaz de adaptarse y optimizar sus funciones en respuesta a estímulos externos.

El neurólogo Santiago Tizio explica que el cerebro no es un receptor pasivo. La música, con sus melodías, acordes y tempos, moldea activamente las conexiones entre las neuronas. Esto significa que los ritmos sonoros logran entrelazarse con los impulsos eléctricos de la mente, creando una respuesta que va más allá del simple placer de escuchar.

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La música con beneficios terapéuticos

Los beneficios de la música van mucho más allá del entretenimiento. Expertos como la musicoterapeuta María Fernanda Rodríguez destacan su potencial para estimular la neuroplasticidad. De hecho, hay terapias que utilizan ritmos para ayudar a pacientes con enfermedades como el Parkinson, reorganizando los patrones de marcha y mejorando sus funciones motoras. La música se convierte así en una herramienta clínica para la rehabilitación neurológica.

Los ritmos de la música se conectan con los ritmos más básicos de la vida humana, como los latidos del corazón y la respiración. La especialista Nuria Sierra señala que somos la única especie capaz de sincronizarse a partir de un estímulo auditivo para cantar y bailar juntos. Pensemos en el fenómeno de las masas en un concierto o en un estadio, donde miles de personas se unifican al mismo ritmo. Esta capacidad es algo innato en nosotros.

El reggaetón es un género que estimula el movimiento

Un estudio realizado por investigadores españoles comparó el efecto de distintos géneros musicales en la actividad cerebral. Descubrieron que el reggaetón provoca una mayor activación en las regiones del cerebro encargadas del sonido y el movimiento. Esto se debe a que su ritmo repetitivo y predecible genera un pulso interno que nos prepara para bailar, incluso si no lo hacemos.

A pesar de estos hallazgos, la respuesta del cerebro a la música no es universal. Los expertos coinciden en que un sonido puede ser relajante para una persona y perturbador para otra. La música se conecta con la memoria, las emociones y el sistema de recompensa de cada individuo, lo que hace que la experiencia sea personal y única.

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