¿Qué son los Ninis? Jóvenes que ni estudian ni trabajan

Los Ninis son jóvenes de entre 15 y 24 años que no se encuentran dentro de ningún tipo de sistema educativo ni realizan actividad laboral. En la mayoría de los casos, viven en relación de dependencia con sus padres.

Una investigación realizada por Samanta Pacheco Morales y Milesha Centeno Lavayen, publicada en 2020, menciona que uno de los hallazgos más contundentes del estudio es que la mayoría de los Ninis son mujeres, muchas de ellas jóvenes que han abandonado los estudios para asumir responsabilidades de cuidado dentro del hogar.

LEA: ¿Te suena hopolapa? si hablaste el idioma de la P, tu infancia fue 100 % latinoamericana

Esta situación, lejos de ser una elección voluntaria, está condicionada por la desigual distribución del trabajo doméstico no remunerado, que recae de forma desproporcionada sobre ellas.

El informe identifica que estas mujeres, en su mayoría, no se encuentran buscando activamente empleo o educación, lo que las ubica en una categoría de inactividad. Por otro lado, los hombres NINIs tienden a estar en búsqueda activa de oportunidades, aunque enfrentan altos niveles de informalidad y precariedad laboral.

La condición de Ninis no responde únicamente a decisiones individuales, sino a un conjunto de factores estructurales que limitan las opciones de la juventud.

El fenómeno de los Ninis refleja una problemática compleja y de varios factores que afecta a una parte significativa de la juventud. Los datos muestran que esta condición no obedece únicamente a decisiones individuales, sino que está profundamente influenciada por factores estructurales como la pobreza, la desigualdad de género, la falta de oportunidades educativas y laborales, y la limitada cobertura de servicios públicos.

LEA: Cómo han cambiado el lenguaje del amor y los códigos no verbales para atraer a una posible pareja

Aunque tanto hombres como mujeres pueden ser Ninis, el estudio evidencia una alta feminización del fenómeno, asociada en gran parte al trabajo doméstico no remunerado y a la falta de políticas que reconozcan estas cargas. En ese sentido, abordar el problema requiere un enfoque integral que considere tanto las condiciones sociales y económicas como las diferencias de género.