11 may 2023 , 11:00

Comer la placenta después del parto: ¿Tiene beneficios o puede ser perjudicial?

Casi todas las especies mamíferas consumen la placenta después de dar la luz, con excepción de los seres humanos y los mamíferos acuáticos.

En casi todos los mamíferos, la placenta, el órgano que se desarrolla durante el embarazo para proporcionar oxígeno y nutrientes al bebé y eliminar los productos de desecho, es consumida por la madre inmediatamente después de dar a luz.

Las excepciones a este comportamiento son los seres humanos y los mamíferos acuáticos. Sin embargo, hay un grupo de personas que afirman que las mujeres que consuman su placenta pueden tener beneficios a su salud.

Los defensores de esta práctica afirman que hacer esto puede aumentar el suministro de leche, reducir el riesgo de desarrollar depresión posparto y reponer nutrientes vitales.

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La preparación más común de la placenta es a través de cápsulas, deshidratándola hasta que se convierta en un polvo. También se sabe que algunas personas comen la placenta cocida o en batidos o extractos líquidos.

Pero, ¿son ciertos estos beneficios o es perjudicial para la salud esta práctica?​​​

Sin evidencia de beneficios

Hasta la fecha, no hay evidencia de estudios en humanos para apoyar estas afirmaciones. Muchos de los beneficios propuestos se basan en informes anecdóticos de mujeres que han consumido sus placentas y de estudios en animales.

Un estudio de la Universidad de Northwestern no encontró ningún dato que respalde las afirmaciones de que comer la placenta cruda, cocida o en forma de píldora conllevaba algún beneficio para la salud.

La autora principal del estudio, Cynthia Coyle, dijo que las mujeres que eligen placentofagia están dispuestas a ingerir algo sin evidencia de sus beneficios y, de sus riesgos potenciales para ellas y sus bebés lactantes.

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Durante el embarazo, la placenta regula la transferencia de sustancias entre la madre y el bebé. Como tal, puede ocurrir la acumulación de sustancias potencialmente tóxicas.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) emitieron una advertencia en contra de tomar cápsulas de placenta debido a un caso en el cual un recién nacido presentó estreptococo del grupo B después de que la madre tomó píldoras de placenta.

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