El reto del inicio de clases: cómo acompañar a los más pequeños en su adaptación escolar

El lunes, 1 de septiembre de 2025, empieza el regreso escalonado a clases de 1,7 millones de estudiantes en la Sierra y Amazonía. Muchos de ellos iniciarán su vida académica, mientras que otros comenzarán en una nueva institución; en ambos casos, los menores podrían experimentar miedo, estrés o ansiedad, según expertos.

Los niños más pequeños se enfrentarán a la separación de su figura de apego. Ellos todavía no entienden bien que mamá, papá o el cuidador regresará pronto y esto activa el miedo al abandono.

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En los casos de cambios de colegios, se enfrentan a nuevos compañeros, profesores, aulas y rutinas, por lo que pueden sentirse abrumados y extrañar el entorno anterior.

No son los únicos. Los padres también pueden sentir ansiedad o tristeza en esta etapa, especialmente para aquellos que dejan a los pequeños por primera vez en manos de alguien más. Esto puede despertar en ellos inseguridad o culpa y pueden surgir miedos de si el niño comerá, será bien tratado o si sufrirá bullying.

Carolina Chiriboga, directora del centro infantil Bubbles Babies, en Quito, explica que es importante tener un buen proceso de adaptación. "Cada niño se va a ir adaptando de forma diferente, en un lapso de una o dos semanas", comenta, aunque este no será lineal. Habrá casos en los que el menor tolere bien el cambio la primera semana, pero lo rechace durante la segunda; la paciencia es la clave.

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Los padres juegan un rol fundamental, pues son quienes transmiten seguridad en los pequeños, sin dejar de lado sus emociones. Chiriboga explica que preguntas sencillas, como: ¿cómo te sentiste hoy?, o ¿qué te gustó más o menos?, pueden dar una mejor visión del proceso de adaptación.

Agrega que este proceso es más difícil en niños pequeños, pues

Para conocer de mejor forma el entorno en el que se desempeñan los niños de una forma no invasiva, la especialista recomienda jugar a la escuelita con los pequeños. "El niño inconscientemente va a actuar como lo hacen sus profesores y también va a mostrar cómo se comporta él".

En estos casos, la ansiedad surge porque se rompe una zona de confort: el niño enfrenta un mundo nuevo y los padres sienten que sueltan el control.

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Lo positivo es que, con acompañamiento, esta etapa fortalece la autonomía del niño y la confianza de la familia.