La historia de Isaac Gavilanes, quien soñaba con ser piloto y acumula una deuda de USD 100 mil por un crédito educativo

Isaac Gavilanes es un joven, de 28 años, que ha adquirido una deuda de USD 100 000 para conseguir su sueño de convertirse en piloto de avión. Hace tres años se matriculó en una academia que le ofrecía esa carrera a USD 49 000, por lo que accedió a un crédito educativo, pero esa institución cerró poco tiempo después de ingresar a estudiar.

La deuda que mantiene con el banco continúa incrementándose mensualmente. Debía abonar USD 600 por cinco años, pero no pudo continuar con los pagos, por lo que entró en un proceso de coactiva; es decir, el dinero del banco se bloquea y lo mismo sucede con sus garantes.

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Ahora, Isaac encontró trabajo como visitador médico. Pasa ocho horas en las calles recorriendo la ciudad y en los tiempos libres está disponible para seguir laborando. Sabe que no puede quedarse de brazos cruzados porque además de la deuda que aumenta día a día, es padre sustituto de su hermano menor que tiene discapacidad.

El joven tuvo que sacrificar sus aspiraciones y la vocación de ser piloto por tratar de reunir dinero y pagar la deuda. Como este caso hubo otros 6 254 créditos educativos vencidos en 2023 para conocer como están en la actualidad estos procesos.

El noticiero Televistazo buscó una entrevista con la Senescyt para tratar el tema, pero hasta el cierre de este reporte no hubo respuesta. Además, de los casi 7 000 estudiantes que no han podido pagar las deudas, desde los colectivos se estima que hay más de 30 000 familias afectadas porque las consecuencias llegan hasta los garantes que son parientes o amigos.

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