La pandemia generó cambios como la virtualidad en el trabajo o en las actividades educativas

Cinco años después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia por covid-19, Estados Unidos mantiene, aunque sin certezas, que es “probable” que el virus se originara en un laboratorio chino, pese a que los científicos apuntan a un mercado en Wuhan (China).

Esta enfermedad ocasionó que los años siguientes el mundo cambiará y se implementarán nuevas medidas, para el trabajo, educación y la salud mental de los habitantes.

Luego que el covid-19 apareciera por primera vez en China y se propagara en el mundo, el desarrollo de algunas actividades cambió, como el sistema educativo que se centraba en las clases presenciales con apoyo de herramientas digitales.

Según la OMS, con la declaratoria de pandemia, las instituciones educativas cerraron en más de 130 países, lo que llevó a 1 500 millones de estudiantes a optar por clases, evaluaciones y material didáctico en línea. Aun así, hubo excluidos: en América Latina 13 millones de niños no pudieron acceder a la educación virtual.

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Desde ese momento, escuelas, colegios y universidades mantienen modalidades híbridas de estudio, combinando el modo presencial con el virtual, y en otros casos, exclusivamente virtual.

Pero en algunos países como Ecuador, la educación pública no cuenta con toda la tecnología necesaria.

Empresas y entidades públicas se mudaron al teletrabajo durante la pandemia. Algunas ya contaban con los sistemas necesarios para que cada empleado realice sus actividades diarias, mientras que otras lo adquirieron en ese momento. Según la Organización Mundial del Trabajo, durante la pandemia, 23 millones de personas realizaron teletrabajo.

Pero luego de que concluyó la emergencia, esta modalidad continúa. Algunos empleadores ofrecen trabajos realizables 100% desde casa, otros utilizan modos híbridos e incluso quienes trabajan de forma 100% presencial siguen realizando reuniones virtuales para ahorrar tiempo y dinero.

La pandemia también provocó desbalances en la salud mental. Según los expertos, las principales causas eran el miedo y la preocupación ante lo desconocido.

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La OMS señaló en 2022 que en el confinamiento los casos de ansiedad y depresión aumentaron un 25% en el mundo y estima, actualmente, entre un 20% y 70% de la población aún enfrenta estos trastornos. La cifra varía en cada país dependiendo del acceso a terapias psicológicas, la falta de conocimiento y la estigmatización en este tema.

Aunque no precisa cifras, la OMS confirma que, concluida la pandemia, la demanda de psicólogos aumentó porque las personas empezaron a darle más importancia a la estabilidad mental y emocional.