04 jun 2025 , 10:38

¿Cuánto gana un maestro fiscal en Ecuador en 2025? Sueldo, beneficios y desafíos

En Ecuador, ser maestro fiscal es sinónimo de vocación y resistencia. Aunque en los últimos años se han registrado avances normativos que han elevado las remuneraciones básicas, las condiciones laborales aún reflejan importantes retos para quienes sostienen el sistema educativo público.

   

La Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) establece un escalafón docente con siete categorías, donde la categoría J es la de ingreso, con un salario base de USD 817.

En el sistema educativo nacional, el magisterio cuenta con un escalafón compuesto por diez categorías, el cual clasifica a los docentes del sector público de acuerdo con sus funciones, nivel académico, trayectoria profesional, años de servicio y desempeño en las evaluaciones.

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Todos estos salarios para docentes está detallado en las siguientes categorías en los cuales se muestra lo que perciben actualmente, en 2025 estos datos según el ministerio de Educación.

  • Categoría J: $ 817
  • Categoría I: $ 817
  • Categoría H: $ 817
  • Categoría G: $ 986
  • Categoría F: $ 1.086
  • Categoría E: $ 1.212
  • Categoría D: $ 1.412
  • Categoría C: $ 1.676
  • Categoría B: $ 1.760
  • Categoría A: $ 2.034
  • Beneficios y desafíos para los docentes

    Los docentes cuentan con beneficios adicionales para su formación académica y crecimiento profesional en 2025. Los docentes fiscales en Ecuador pueden beneficiarse de varias iniciativas y programas, como la deducibilidad del 150% en el Impuesto a la Renta por patrocinio en proyectos educativos.

    También se ofrece el Apoyo Académico Nuevo Ecuador 2025, que subvenciona la manutención para estudios superiores. El Ministerio de Educación también impulsa la formación continua docente a través de plataformas como Mecapacito, que ofrecen cursos y becas.

    Una de las principales dificultades de los docentes en el país es la falta de material académico y tecnológico para realizar sus clases. La mayoría de los centros educativos, y sus instalaciones, no cuentan con redes de internet ni equipos que funcionen de manera eficaz.

    El gran número de estudiantes ocasiona que los docentes no puedan realizar un seguimiento cercano a cada estudiante, entorpeciendo el normal y correcto aprendizaje de las niñas, niños y jóvenes que se benefician del sistema educativo fiscal en el Ecuador.

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