Las cifras de menores de edad detenidos que son parte de grupos criminales revelan que Ecuador se ha convertido en un mercado abierto de niños y adolescentes reclutados por el crimen organizado.
En barrios tomados por las mafias, los límites son una línea de muerte. Durante un recorrido por el noroeste de Guayaquil y el cantón Durán, en Guayas, los niños y adolescentes caminan entre el miedo y la resignación. Esta adolescente de 14 años describió cómo se vive en estos sectores.
“No sé si son mafias, digamos aquí son Tiguerones, y allá Choneros, los de aquí entrar allá, los descuartizan, y si los de allá entran acá los descuartizan”.
Otro adolescente, de 16 años, confiesa que es parte de una banda.
“Yo me la ganó robando, con planes te puedes comprar un motito, comprarte un carrito".
En estas estructuras, para ascender hay que matar, y desobedecer es una sentencia de muerte.
Las cifras revelan la magnitud del fenómeno: 2 530 menores capturados en lo que va del año, 260 más que en 2024. Pero hay cientos que no son detenidos.
El 66 % de los menores de edad fueron detenidos en plena vía pública, evidencia de que las bandas ya no los ocultan, los exhiben como mano de obra desechable, amparadas en su inimputabilidad y en la ausencia del estado.
La policía confirma que los menores operan prácticamente en todas las organizaciones criminales catalogadas como terroristas. Por ejemplo, aquí en Durán son parte de los Chonekillers y Latin King, pero también han sido reclutados por los Lobos, Tiguerones, Choneros y Lagartos.
Le puede interesar: 3 386 menores de edad han sido detenidos en Ecuador desde que se instauró el conflicto armado interno
El crimen encontró en ellos un recurso barato y vulnerable, su voz resume un país donde crecer es sobrevivir.
Recomendadas