Napo: un hombre de 76 años fue sentenciado por tentativa de asesinato a un extranjero

Un Tribunal de Garantías Penales de Napo sentenció a un adulto mayor, de 74 años, con la máxima pena de 23 años por tentativa de asesinato a otro hombre, de 46 años. Según la Fiscalía General, la víctima querdó al borde de la muerte entre la maleza de su finca.

Tras el hecho, el agresor huyó y permaneció escondido por ocho días. Cuando regresó a su casa, sus familiares le informaron que la víctima seguía con vida, aunque gravemente herida.

En la audiencia de juzgamiento, el fiscal encargado de las investigaciones presentó como pruebas los testimonios de las personas que socorrieron al herido, de los policías que investigaron en campo, de los expertos que practicaron distintas pericias y también de la propia víctima y del procesado.

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Según Fiscalía, el 9 de diciembre de 2023, en el sector Costa Azul –ubicado a un kilómetro de Puerto Napo–, Kamel R., un tunecino casado con una sobrina del agresor, caminaba hacia su propiedad con un vaso de café y un cigarrillo. El sendero que utilizaba dividía su terreno del perteneciente a Plinio V., quien se encontraba a la orilla del camino segando la maleza con su motoguadaña.

Por la espalda, el atacante hirió a Kamel en la rodilla. Cuando este cayó al piso, lanzó un segundo golpe que lo lesionó en el tórax.

“¡Hoy te mato!”, gritó. Segundos después, atacó a la víctima en su cabeza. Kamel logró esquivarlo, pero recibió un corte que cercenó su mano izquierda. Quedó tendido en el piso, casi inconsciente, mientras el agresor huía con el traje ensangrentado. Al llegar a su casa dijo a su esposa: “Ya le maté al sinvergüenza, anda a verle”, y se marchó.

La mujer y su hijo –que habían escuchado gritos desde el terreno– acudieron al lugar. Hallaron a Kamel desangrándose, le aplicaron torniquetes y lo trasladaron al hospital, en donde los médicos le salvaron.

Según los testimonios, existía un conflicto por la repartición de las tierras heredadas. Según la víctima, también influía el hecho de ser extranjero, pues Plinio lo llamaba despectivamente “el árabe”.

Para salvar su pierna, Kamel pasó por cuatro hospitales en Ecuador y por atención adicional en Túnez (África). Como resultado de la agresión, quedó con una discapacidad física permanente del 60 %. Por ello, el Tribunal dispuso también una reparación económica de 62.928 dólares, monto calculado con base en el grado de incapacidad, el salario básico vigente a la fecha y los años de productividad estimados.

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