11 nov 2025 , 20:20

La Cárcel del Encuentro: el penal más blindado de Ecuador

El área ha sido declarada zona de seguridad, lo que implica que el espacio aéreo está completamente restringido: ni drones ni helicópteros pueden sobrevolar la instalación.

   

La Cárcel del Encuentro, edificada en la comuna Juntas del Pacífico, en la provincia de Santa Elena, cuenta con cinco anillos de control. Según el Gobierno Nacional, es la única prisión de máxima seguridad del país con el espacio aéreo cerrado. Esto significa que ninguna aeronave, tripulada o no tripulada, puede sobrevolar la zona.

En entrevista con Ecuavisa, el ministro del Interior, John Reimberg, asegura que la nueva prisión "se levanta como el búnker más blindado del Ecuador" y recalca que es el único reclusorio de máxima seguridad en funcionamiento.

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Aunque aún no existen suficientes imágenes del complejo penitenciario, el funcionario sostiene que el penal cuenta con cinco filtros de seguridad vigilados por cámaras de última generación, apoyadas en inteligencia artificial, capaces de rastrear rostros, movimientos y patrones de riesgo en tiempo real.

El perímetro ha sido declarado zona de seguridad, lo que implica que el espacio aéreo está completamente restringido: ni drones ni helicópteros pueden sobrevolar la instalación.

En el interior, el contacto humano de los reclusos está reducido al mínimo, incluso con sus propios abogados. "El abogado no tendrá contacto en ningún momento con el detenido. Hay un vidrio bastante grueso que los separará. Por ahora, no se permitirán las visitas", explicó Reimberg.

El ministro añadió que el centro cuenta con todos los servicios básicos necesarios para evitar traslados de los internos y así frenar cualquier intento de fuga o manipulación judicial.

"En caso de que no haya luz, tenemos generadores eléctricos. Llega agua al sector. Hay centro médico, para que no salgan a hospitales. Hay cocinas para la preparación de alimentos. La llegada de víveres pasará por procesos de seguridad", detalló.

Otro punto que marca la diferencia es el control interno. No habrá guías penitenciarios: policías vigilarán dentro del penal y militares custodiarán el perímetro.

"Estamos esperando la ley sobre los agentes penitenciarios, que es fundamental para contratar a quienes estarán a cargo de los centros penitenciarios. Esta ley permitirá que policías y militares en servicio pasivo puedan trabajar en el Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de Libertad (SNAI) sin que se les descuente el 40 % de sus pensiones", explicó.

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El director del centro continuará siendo designado por el SNAI, al igual que el personal administrativo. Además, se suspenderá el economato, un servicio que permitía la venta de artículos y víveres a los presos dentro de las cárceles.

Pese a sus innovaciones y altos estándares de seguridad, este nuevo penal no resolverá el hacinamiento carcelario. Según cifras del SNAI, hasta septiembre el sistema penitenciario registraba un 30 % de sobrepoblación: alrededor de 10 000 presos más de los que puede soportar.

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