30 jun 2025 , 11:04

Quito transforma sus parques en aulas vivas con nuevas guías educativas

El Zoológico de la capital ecuatoriana (Quito Zoo) ha creado una serie de materiales informativos, que ha denominado "Guías de naturaleza", diseñados para familias, educadores y niños.

   

Las guías forman parte del programa 'Nos vamos de naturaleza', que promueve el vínculo afectivo con lo natural en contextos urbanos densamente poblados, indicó este lunes a EFE una fuente del Zoológico.

Estas guías están disponibles en formato impreso, digital y audible en https://parques.quitozoo.org/ y se enfocan en experiencias activas como caminar descalzo, contemplar la biodiversidad, dibujar en sitio y desarrollar juegos sensoriales.

Cada una ofrece rutas únicas en parques como Itchimbía, Los Algarrobos, Bicentenario, Las Cuadras y Guangüiltagua, todos con elementos históricos, culturales y ecológicos propios.

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Un problema global

Aunque Quito cuenta con un promedio de 10,3 metros cuadrados de área verde por habitante, lo que supera el estándar mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los espacios no se distribuyen equitativamente, pues los niños en zonas periféricas siguen enfrentando limitaciones serias para acceder a la naturaleza, indicó el Zoo Quito en un comunicado.

La institución apunta que estudios internacionales sugieren que los niños de entre 0 y 12 años deberían pasar al menos una hora diaria al aire libre para un desarrollo físico, emocional y cognitivo saludable.

Sin embargo, factores como la inseguridad, el tiempo frente a pantallas y la falta de infraestructura adecuada obstaculizan este objetivo.

Las nuevas guías buscan responder a este desafío desde el terreno educativo y comunitario, al posicionar a los parques como espacios restaurativos, inclusivos y accesibles.

Aulas vivas

Creadas de forma colaborativa con educadores, diseñadores, familias y artistas, cada guía es una invitación a observar lo cotidiano con otros ojos.

Por ejemplo, en Los Algarrobos, se exploran sonidos del bosque seco y narrativas del río San Pedro. En Las Cuadras, los niños pueden seguir las huellas de la rana marsupial en un sendero diseñado para proteger a los anfibios locales. En Itchimbía, la mirada se eleva para redescubrir el paisaje urbano desde un cerro sagrado, al unir la biodiversidad y la memoria ancestral.

En el Parque Bicentenario, ubicado en lo que fue la pista del antiguo aeropuerto, las caminatas invitan a reinventar la ciudad en transformación: "la infraestructura se reinterpreta y especies como las guabas y los quilicos revelan una fauna que resurge en medio del concreto".

En Guangüiltagua, las guías proponen una escucha profunda del paisaje entre eucaliptos y especies nativas en regeneración. Aquí, se rastrean huellas del bosque andino y tradiciones vivas.

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Todas las guías cuentan con códigos QR que enlazan a contenidos sonoros e historias multimedia, lo que extiende la experiencia más allá del papel.

Esta iniciativa, apoyada por la Fundación Ñeque y la Fundación Zoológica de Ecuador, ofrece un modelo inspirador para otras urbes que enfrentan desafíos similares en términos de planificación verde y acceso equitativo.

Para Gabriela Arévalo, del Zoológico de Quito, se trata de crear "espacios restaurativos, especialmente para las infancias".

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